Podemos ha enervado a la profesión periodística con sus continuas amenazas, escraches y acosos a los periodistas y medios de comunicación que no se pliegan a sus deseos sectarios.
La cuestión, que lleva coleando desde el 6 de marzo de 2017, fue nuevamente tratada en ‘El Cascabel’ (13TV) el 7 de marzo de 2017.
El director de Publicaciones de Promecal, Antonio Pérez Henares, era muy directo al contar la estrategia de los podemitas cada vez que escuchaban o leían una noticia que no era de su agrado:
Mirad, hay un elemento aquí que me parece absolutamente claro. Podemos ha tenido bula y alfombra durante un montón de tiempo, considerándose a sí mismos como los Mesías y los poseedeores de la verdad absoluta y por tanto nadie puede atacar al Mesías. Y en ese momento, en vez de prensa, ellos lo que pretenden es que hay muy viejo que es el agit-prop, agitación, prensa y propaganda y tú tienes que estar con ellos porque si no estás con ellos tú eres alguien que está fuera de la verdad, la bondad y la vida.
Henares se preguntaba:
¿Qué es lo que ha pasado y qué es lo que ha cambiado? Que el ataque esencial, aunque es más viejo que la tos, es que no van a discutir la información. Es inmediatamente un ataque que es más viejo porque es Stalin y Goebbels, es el ataque ‘ad hominen’, es decir que tú eres una sabandija. Lo de fascista es lo de menos. Todo lo otro es que eres un ser inmundo, un alguien despreciable, una sabandija, un vendido, un comprado y esa descalificación se produce. Cuando tú haces algo, inmmediatamente te entran en la red las brigadas moradas y efectivamente encontrais miles y miles de tuits que a veces quienes están detrás tienen cero seguidores, tres, que se hacen sólo para eso.
El director de Publicaciones de Promecal explicaba que:
Yo debo de llevar fumigadas, es decir bloqueadas, miles, porque cada vez que intervienes y dices algo que no les gusta, entran al asalto y en la red te convierten en alguien exterminable, en un ser repugnante. Eso es lo más viejo que se ha hecho siempre por los regímenes totalitarios. Lo que hacía Goebbels y lo que hacía Stalin no era atacar el argumento, sino que la persona que lo hacía era un ser inmundo. Es como decir que tú eres despreciable porque llevas un abrigo de pieles, tú porque perteneces a no sé quién, a ti porque te mandará un banquero…
Y remataba:
Eso es lo que se ha denunciado y ahora están muy escocidos porque por una vez se les ha dicho , ¡ehhhh, que sois iguales que todos, que ni Mesías ni leches. Nosotros somos periodistas y vosotros, políticos. Como dice Paco (Marhuenda) el colegueo se acabó.