Menudo cabreo tenía Paco Marhuenda en ‘Espejo Público’ este 27 de octubre de 2017. Ni que le hubiera mirado un tuerto. El director de La Razón no estaba para bromas ni menos para escuchar cómo se decía en esa mesa «el PP y el PSOE tenían una actitud cobarde» con los separatistas, como dijo Raúl del Pozo.
Marhuenda negaba con la cabeza. El convergente Joan Guirado —multado en su día con 4.000 euros por decirle a un policía nacional «policía española de mierda, me cago en todos los españoles»— echó más leña al fuego criticando la política de comunicación… ¡del PP! cuando todos estaban de acuerdo en que esta vez el circo lo habia montado Puigdemont.
Y faltaba la intervención del escritor Juan Manuel de Prada diciendo que «lo que había que evitar es el 155 porque la CUP ya ha dicho que se irá a las barricadas y que hará imposible su aplicación». Una opinión con la que estuvo muy de acuerdo la presentadora Susanna Griso.
Fue la gota que colmó el vaso. Marhuenda se revolvió como una fiera contra De Prada:
–Pues, nos rendimos todos y ya está. Menos mal que Rajoy no es tertuliano porque sino este país estaría en la mierda.
De Prada le respondió que «le sorprendía verlo tan a favor con el 155» cuando en el pasado había sido «tan comporizador con el tancredismo del Gobierno».
–Coño, que digamos que no queremos el 155 no significa que nos rendimos.
A Marhuenda se lo comían los demonios. ¿A él le venían a decir que había cambiado de opinión con el 155 cuando desde julio de 2017 viene defendiendo esa medida como un instrumento en defensa de la unidad de España?
–La diferencia es que yo siempre digo lo mismo, tengo buena memoria, nunca cambio. Defiendo el Estado de Derecho, pero bueno, hablar vosotros, de verdad, no sé que os pasa… Lo que hay que hacer es echar a Rajoy y que venga Pablo Iglesias y así os quedáis saciados.
De Prada siguió defendiendo la postura de no aplicar el 155 con el apoyo de la presentadora, «a pesar de que Paco ponga pegas».
–Pero si no me dejáis hablar, respondió Marhuenda a Griso.
–¿Pero por qué estáis tan crispados? ¿Por trabajar hasta las tantas?
Raúl del Pozo se reía para quitarle hierro al asunto y rebajar la tensión. Por suerte apareció Alicia Sánchez Camacho y todo volvió a la normalidad.