El programa ‘Polònia’ de TV3 es ese cóctel del subvencionado independentista Toni Soler donde se junta el mayor número de talento por metro cuadrado en lo relativo a la imitación política con un empalagoso sesgo en la línea de la casa. Su obsesión es presentar a los políticos nacionales como una panda de racistas anticatalanes, y reservar para los políticos nacionalistas gags más simpáticos.–Victimismo a chorros en la ‘neutral’ TV3: un reportero simula estar amordazado por el 155–
Como recuerda El Mundo, ‘Polònia’ es producido por Minoría Absoluta S.L., productora creada por el periodista Antonio Soler Guasch. Accionista y administrador de la sociedad, Soler es, además, un destacado activista en pro de la secesión de Cataluña.
Su compañía, con 43,73 millones de euros, es la más beneficiada por el reparto del presupuesto para producción externa de la radiotelevisión pública de Cataluña en lo que va de década. En 2016, uno de cada seis euros fueron a contratos con la empresa fundada por Soler.
En su programa del 19 de octubre de 2017 los actores de ‘Polònia’ empezararon con un gag en el que salían cantando ‘vamos a contar mentiras’ políticos del PP, del PSOE, Ciudadanos, jueces del Estado, periodistas de medios nacionales y policías nacionales. Naturalmente en ese simpático gag no salían políticos ‘indepes’ (que esos, según TV3 nunca mienten). —VER VÍDEO—
Con la plantilla de TV3 se puede llenar el Camp Nou y aún te sobran efectivos para invadir Polonia. pic.twitter.com/jMFzE6OvRG
— Pastrana (@JosPastr) 23 de octubre de 2017
En ese mismo programa un malvado cañonero anticatalán disparaba usando como munición ejemplares de los diario manipuladores El País, El Mundo, ABC y La Razón. Como es previsible, no hay gag contra la prensa separatista y menos aún contra el diario Ara, del que Toni Soler es accionista.–Un ex director de TV3 nos hace reír a carcajadas: «En Cataluña los medios de comunicación son plurales y diversos»–
En el programa ‘Polònia’ de este 26 de octubre de 2017 vimos gags musicales, que tan bien se le dan a Quedo Novell interpretando a un Carles Puigdemont entrañable, atolondrado y simpático acosado por un maléfico fiscal José Manuel Mazas: «Te veo pronto en Soto del Real». No vimos ningún gag sobre las deserciones en el PDCAT, con el juego que podría haber dado un Santi Vila apeándose del proceso como tampoco en su día se recuerda un gag sobre la defenestración del consejero Baiget. Una pena.–El colérico independentista de TV3 se pone como un loco con Castillón por recordarle que gana más que Rajoy–
ROMPIENDO BANDERAS CATALANAS
Pero si había algún espectador no independentista, pronto la tímida sonrisa se transformaría en arcada al ver que ‘Polònia’ volvía a basarse en lo de siempre: reiterar la idea de lo mucho que se odia en España todo lo que sea catalán.
Aparece Mariano Rajoy en la sala que usa Puigdemont en el programa para hacer los monólogos finales, observa que hay una bandera catalana, inmediatamente Rajoy –que en el mundo de Toni Soler en un ser diabólico que siente asco hacia todo lo catalán– se lleva la mano al corazón y ordena a un policía que rompa la bandera a porrazos.
TV3 nos cuesta a todos los españoles de bien un total de 6.650.000.500€ anuales, todo por 4 noticias manipuladas, el tiempo y el Polonia ese que solo hace gracia a Gerardo Piqué.
— Cuñado 🇪🇸 (@CunadoDeTuiter) 25 de octubre de 2017
Rajoy le da las gracias al obediente profesional de la porra. «No me acostumbraré nunca a la bandera». No era una estelada, era la propia senyera, pero naturalmente es un presidente español, tiene que odiarla o no es español. Marca TV3 estado puro.
¿Más? Ferrán Mascarel y otros dirigentes del PDCAT han repetido la cantinela de que son el PP, PSOE y Ciudadanos los que se cargan la Transición y ‘Polònia’ fiel a la consigna sacó un gag en el que se mostraba a Rajoy, Sánchez y Rivera haciendo la ‘DesTransición’.
En el plan de ‘destransición’ de los pérfidos Rajoy, Sánchez y Rivera cambiaban el ‘café para todos’ por ‘café sólo para lo que piensen como nosotros’. ¡Que broma, más inocente!
Y en ese gag el punto más fuerte era ver a Soraya Sáenz de Santamaría coger un cartel que ponía ‘autonomía de Catalunya’ y romperlo ante la cámara con una genuina cara de asco, para que les quede claro a los espectadores lo muy anticatalana que es.
En otro gag contra el PSC, sacaban a un Miquel Iceta proponiendo que la ‘C’ ya no era de ‘catalán’, sino de ‘cucis’ o de ‘calvos’. Porque claro, según los medios públicos catalanes, parece que el PSC ya no merece llamarse «catalán», que, dicho sea de paso es lo que dijo Montse Castellá el pasado día 24 en Catalunya Radio al asegurar que el PSC había perdido la C y que al PSOE sólo le quedaba la E, si no apoyas el separatismo no eres ni socialista, ni catalán. A cada consigna política separatista en Cataluña le sigue un gag de ‘Polònia’.
Vídeo: Polònia de TV3 hace su sátira del «Help Catalonia» con el clon de Soraya Sáenz de Santamaría https://t.co/YCTPAjIYXO pic.twitter.com/Ci5yYVk43R
— Vertele (@Vertele) 20 de octubre de 2017
Tampoco podía faltar chanzas contra el Rey Felipe VI, que era presentado como el hombre que presionaba a Seat y otras empresas para que se marcharan de Cataluña y que era felicitado por su padre Don Juan Carlos, que repetía el dicho franquista «lo dejamos todo atado y bien atado» (cuanta originalidad, ¿eh?). Alfredo Dastis era parodiado como otro catalán que se regodea viendo las imágenes de catalanes agredidos el 1 de octubre de 2017.
SANTAMARÍA, REPRESORA
Por si no hubiera quedado suficientemente clara la idea de de que el Gobierno español reprime a los independentistas catalanes, hicieron otro gag en el que Soraya Sáenz de Santamaría aparece haciendo un ‘spot’ del 155 (imitando un tipo de spots muy populares en Cataluña), aparece un independentista haciendo una cacerolada en su balcón e inmediatamente Sáenz de Santamaría hace una indicación y el activista es vapuleado y torturado por un malvado policía nacional.
¿Os a quedado claro queridos niños que en el Gobierno de Rajoy que se dedican a romper banderas catalanas y a pegar a activistas catalanes porque no quieren que haya nadie que piense diferente a ellos?
Buen trabajo, Toni.