En esta mañana de 2 de noviembre de 2017 que fue un desfile de golpistas catalanes yendo a declarar ante Audiencia Nacional y Tribunal Supremo, el diputado en el Congreso y showman del independentismo, Gabriel Rufián, se paseaba para dar ánimos a sus colegas del Golpe.
Y allí le cogió ‘Espejo Público’ de Antena3 y la presentadora Susanna Griso no estuvo muy por la labor de aguantar las soberanas estupideces del que se cree el ‘Jesucristo’ de la independencia, a pesar de sus formas de soberbia estrella del rock. Se cree el ‘Jesucristo’ de la independencia pero no daría ni para dependiente de Zara:
- «El señor Puigdemont no ha huido ni se ha escapado de absolutamente nada. Ha ido a Bruselas con cuatro consellers como puede hacer cualquier ciudadano de la Unión Europea libre, y ha denunciado la regresión del Estado español».
- «Se enfrentan a 30 años de prisión y están señalados, perseguidos y querellados por un Fiscal reprobado por el Congreso y por una juez condecorada por la Guardia Civil. Llámenles huidos, llámenles precavidos».
Así preparó el terreno Rufián perfecto para el golpe de Griso:
- «Entonces, cualquiera de nosotros cuando nos llamen los tribunales, podemos irnos de viaje a Bruselas, compramos chocolates, nos comemos mejillones, y a partir de ahí nadie nos puede decir nada, ¿no?»
Y terminaba por responder el independentista, sin saber muy bien qué decir:
- «Yo… Susanna… Se lo digo con todo respeto. Usted, es una sospecha, no es independentista, así que no se preocupe, no le van a perseguir y va a poder ir a Bruselas a comprar chocolates y mejillones. Ya, ya, bien, bien».