Ocho profesores de tres escuelas catalanas tuvieron que declarar el día 7 de noviembre 2017 acusados de un posible delito de incitación al odio por la manera como los docentes abordaron en clase la información sobre el referéndum del 1-O.
Tres parejas de padres de alumnos de cuarto de primaria (9 años) ante el juzgado de guardia que profesores explicaron a los alumnos «que la Guardia Civil es mala y pega a los catalanes», victimismo desde la más tierna infancia. Por no hablar del célebre caso de ‘estarás contento con lo que ha hecho tu padre’ que un profesor dijo al hijo de un Guardia Civil.–La neutral TV3 ruge contra España por encarcelar a los golpistas: «¡Quieren humillar a Cataluña y reventarlo todo!»–
Esta conducta que se está investigando podría parecer reprochable para muchos, pero no para la cadena victimista por antonomasia, TV3, que, en el programa ‘Tarde Oberta’ de Ruth Jiménez decidió que debía defender a los profesores invesitigados. ¿Cómo? Presentando aquella investigación a esos ocho profesores como un ataque a toda la escuela catalana.–TV3 suspende el programa de humor «Polònia»: «Hoy no tenemos ganas de reír»–
Contactaron con Joana Teruel, presidenta de la Comisión en Defensa de la Escuela Catalana, que aseguraba que «estaban consternados» (consternados por que los ocho profesores tuvieran que ir a declarar, no por la posibilidad de que hubieran usado sus aulas para adoctrinar o difundir el odio a España) y aseguró que estaban realizando una recogida de firmas para apoyar a los profesores investigados.
Joana Teruel justificaba así la actitud de los docentes investigados: «La Escuela catalana vela para que todos los niños se formen en un pensamiento crítico». (Crítico contra España, es de suponer). «Nos sentimos atacados y pedimos respeto para nuestra escuela».–‘ABC’ ajusta cuentas en un duro editorial a los tibios de La Moncloa por su dejadez con TV3–
Estos son los que luego dicen que no adoctrinan en los informativos.
TV3, os habéis lucido. pic.twitter.com/bVpughYGcj
— Álvaro Becerra ?? (@alvaritooo2) 7 de noviembre de 2017
Entre los tertulianos de Ruth Jiménez estaban entre otros Bernat Dedéu y Empar Moliner, con un bidón de gasolina y una cerilla por si fuera necesario. Parecían tener claro los culpables del problema ¡los padres demandantes! «Cuando un padre o una madre está disconforme con una situación tiene que hablar con el profesor que es el primer paso, después con el tutor, después con el director y después con el consejo escolar. Pero haber ido directamente al juzgado es buscar más problemas», comentó Teruel.
Empar Moliner incidió en ese argumento: «Cuando un padre no habla con los profesores de sus hijos sobre lo qué le dicen a sus hijos y se los salta para hablar con la justicia, me resulta muy sospechoso, la actitud de esos padres me resulta muy sospechosa», decía Moliner, que sobre la acusación de que profesores hubieran fomentado el dio repetía un tajante «no me lo creo, sinceramente, no me lo creo».–Un tertuliano de TV3 compara al fugado Puigdemont con… ¡Mandela!–
Para Moliner y sus amigs sólo se siempre el odio si se ataca al independentismo, si es al revés, se ‘enseña pensamiento crítico’.
Joana Teruel hizo un alegato a favor de enseñar política a los niños en las aulas (hablaban de alumno de 9 a 12 años): «Queremos educarles con un espíritu crítico y si un niño tiene alguna inquietud política, el maestro debe poder hablarlo en la escuela desde el respeto».
Si hablamos de TV3, hablamos de victimismo. Ruth Jiménez le preguntó si había efectos de las medidas judiciales contra sus profesores. Joana Teruel entendió lo que se le pedía – un discurso victimista – y le dijo a la presentadora lo que quería oír:
«Los profesores ya no saben si pueden hablar de los nazis y sentará mal a alguien o de los campos de refugiados y sentará mal a alguien, porque de repente del según quien lo mire, puede sentar o no bien».
¿Es lo mismo explicar a los niños que el nazismo es algo malo que enseñarles a demonizar a la Guardia Civil? Vale, no hay más preguntas.
Ruth Jiménez asentía y añadía de su cosecha: «Es evidente que los niños son conscientes de que la actualidad política es muy intensa».
Pero el que más puso la carne en el asador fue Jordi Fábrega, reportero de TV3 en una de las citadas escuelas que alcachofa en mano presumió de tener un hijo de 11 años en una de las escuelas que está siendo investigada e hizo un emotivo alegato a favor de la politización en la escuela:
«Yo como padre lo que demando es que si los niños tienen inquietudes políticas, que puedan hablar de ello en la escuela. Porque yo lo que quiero es que en las escuelas enseñen a mis hijos a pensar. Y enseñen a mi hijo a tener una mentalidad crítica. Y si no pueden hablar de lo que pasa en la sociedad, si no pueden hablar de lo que ven por la tele… todo los niños que van a la escuela saben lo que pasa. No podemos meterlos en una mampara porque haya temas que no se puedan hablar…»
Es curioso que, para defender tanto el pensamiento crítico, todos digan exactamente lo mismo como si estuvieran repitiendo consignas. ¿Verían bien que en un colegio de Estados Unidos un profesor hablara a niño de 9 o 10 años sobre lo bueno o malo que es Trump? Algunos son tan raros que podrían pensar que a esa edad en el colegio deberían enseñar a los niños lengua, matemáticas o inglés, que para eso está la está. Pero resulta que el objetivo de las escuelas es responder a las inquietudes políticas para formar mentes críticas (mentes críticas a lo que los profesores enseñen a criticar, podría pensarse) Menos mal que estaba TV3 para aclarárnoslo.