«Siempre digo que bendigo ese día porque me ha hecho replantearme la vida y ahora te puedo asegurar Pablo, que la disfruto mucho más, priorizo, relativizo y tengo mucha más calidad de vida de la que tenía antes»,
dijo Coronado muy sincero para añadir después que vive con normalidad, según recoge Ecoteuve:
«Me cuido, hago mi deporte, me tomo mis pastillitas».
Eso sí, intentó quitar hierro al asunto porque lo que le sufrió él
«le pasan a cientos de personas cada día y que hay que llevar con naturalidad, sin agobiarse».
Al ser preguntado por Pablo Motos, el actor recordó que se empezó a encontrar mal en una tarde que tenía función en el Teatro Español de su obra Usuaia.
«Eran las cuatro de la tarde y empecé a sentir unas cosas raras y nada, no sabía lo que era», comenzó explicando Coronado al mismo tiempo que se lo comentó a una amiga por teléfono, quien avisó al SAMUR de «mutuo propio».
A diferencia de mucha gente, que sienten el dolor en el brazo izquierdo, el actor empezó a sentir un agobio tremendo, ansiedad en el pecho y un dolor de mandíbulas que no podía soporta».
Además, quiso recomendar a los espectadores:
«Para ganar tiempo y que no te pegue fuerte, lo importante es respirar fuerte dos veces y toser muy fuerte para que se vayan abriendo arterias».
El actor, que ahora graba Vivir sin permiso para Telecinco, contó que le tuvieron que poner un stend en el hospital de La Princesa, Madrid, en el estrechamiento que sufría en una de sus arterias:
«Es una especie de muellecito que te abre la vía».
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