La decadencia periodística de ‘El Intermedio’ continúa imparable.
Solo así se explica la presencia en el programa de Wyoming de Manuel Burque para vestir como entrevistas serias – a tenor de los invitados que elige- una conversación que no lo es y cuyas preguntas son de todo menos inteligentes.
El último en sufrir la impericia de Burque ha sido Javier Ortega Smith, secretario general de Vox, que aunque sabía a qué había que atenerse, se tomó muy en serio la conversación y buscaba no tomarse a cachondeo las preguntas de Burque, que no paró de hacer el bufón.
Mal hace el programa en no especificarlo desde el principio porque cuando luego el reportero ‘Gonzo’ hace las entrevistas a personajes muy afines y de la cuerda de la línea editorial del programa esas sí que se las toma muy en serio, nada que ver con lo que hace Burque. Paciencia tuvo que tener Ortega Smith con no mandarle a la mierda.
La obsesión de @laSextaTV @El_Intermedio con todo lo preconstitucional es enfermiza. Afortunadamente, en España hay gente que mira al futuro. La respuesta de @Ortega_Smith @vox_es, ejemplar ? pic.twitter.com/fQmhhrbkSN
— Fernando Chiva (@Ferran) 22 de noviembre de 2017
El momento más dantesco llegó cuando el reportero de laSexta le hizo entrega de una bandera preconstitucional con el águila franquista:
Manuel Burque: Este es nuestro regalo, te regalamos esta bandera para que sustituyas la que tenías
Ortega Smith: Esta no es la bandera constitucional. Bueno, lo es porque la Constitución en su primera página tiene la bandera del águila.
Wyoming: “Rajoy seguro que no tiene a nadie en la cuneta”
Pero no es la bandera de Vox, me parece fatal que la saques en tu programa porque esto es querer identificar una imagen con lo que no somos. No te acepto el regalo. Nosotros nos identificamos con la bandera actual, yo miro hacia el futuro y miro hacia una España unida y no una España desunida por cuestiones del pasado.
Creo que somos el único partido que habla de los problemas de los españoles.
Y el otro, en su papel, acabó pidiendo un abrazo con el político, que no le rechazó porque al menos él tiene educación. Y hasta le dió un beso. Qué pena de televisión. A ver si de esto habla algún día Ferran Monegal.