Las 10 'anormalidades' más escandalosas y llamativas en torno a la televisión pública catalana

Los independentistas Mas y Puigdemont inyectaron a TV3 más de 1.800 millones de dinero público desde 2011

Montoro abre dos nuevos expedientes a TV3 por 147 millones

Los independentistas Mas y Puigdemont inyectaron a TV3 más de 1.800 millones de dinero público desde 2011
Carles Puigdemont, TV3 y la propaganda independentista en Cataluña. EP

Las subvenciones de la Generalitat a la cadena pública catalana representan el 75% de los 2.455 millones que el Gobierno central destinó a RTVE en este mismo periodo

A menos de un mes para las elecciones del 21-D crecen las críticas contra TV3. La televisión pública catalana, cuyos trabajadores exigieron respeto por su independencia tras la aplicación del artículo 155, ha recibido críticas desde todos los sectores durante la última semana por su parcialidad, falta de criterio, xenofobia, sectarismo y apoyo al ilegal procés de independencia (Xavier García Albiol sacude a TV3 en la misma TV3 por su sectarismo y parcialidad).

Como explica Fernando Can en ‘El Español’ este 28 de noviembre de 2017, están acusaciones coinciden con la evidencia de que TV3 tenía una absoluta dependencia económica del Govern cesado.

Una dependencia consignada en los presupuestos anuales de la Generalitat. Desde el año 2011, cuando Artur Mas llegó al Govern, se han destinado 1.848 millones de euros de las arcas públicas catalanas a la Corporación Catalana de Medios Audiovisuales (CCMA), que incluye TV3, Catalunya Ràdio y sus portales de internet (Albert Rivera: «TV3 se ha convertido en el NO-DO de Cataluña»).

De este dinero, 547 millones se han entregado entre 2016 y 2017, con el Govern del cesado Carles Puigdemont.

Si tomamos como referencia los últimos ejercicios, el dinero entregado por el la Generalitat financia el 70% del presupuesto de la cadena, un 80% en el caso de las cuentas de 2016 presentadas por la televisión. La caída de la publicidad en las televisiones autonómicas ha sido compensada por el dinero público.

Estos 1.848 millones son la cifra más elevada que ha destinado una administración autonómica a sus medios de comunicación en el periodo y no está muy lejos de los 2.455 millones entregados por el gobierno central a RTVE en estas fechas.

La diferencia es que el dinero destinado a TV3 es proporcionalmente mucho más elevado que el de RTVE. Si tomamos como referencia los presupuestos de 2017, los 311 millones que la Generalitat destinó al CCMA representan el 1% de sus presupuestos totales, mientras que en el caso del Gobierno central el presupuesto de RTVE solo representa un 0,1% del total.

En estos siete años que han coincidido con la llegada de Artur Mas y de Mariano Rajoy a sus respectivos gobiernos, se ha aplicado un brutal tijeretazo a los presupuestos de RTVE, pasando desde los 547 millones en 2011 hasta los 347 millones en 2012. Desde 2013 hasta 2015 la cifra ha rondado los 295 millones de euros para crecer hasta los 342 millones desde 2016.

En el caso de TV3 se ha producido una caída en los presupuestos, pero de manera mucho menos pronunciada. En 2011 el presupuesto anual era de 324 millones, cayendo hasta los 225 millones en 2013 y volviendo a crecer hasta los 237 millones este año. 311 millones si le sumamos los 75 millones que la Generalitat ha provisionado para que TV3 afronte eventuales pagos a la Agencia Tributaria (AEAT) por el IVA de los ejercicios 2012, 2013 y 2014.

IMPUESTOS IMPAGADOS

La Agencia Tributaria (AEAT) ha comunicado la apertura de dos nuevos expedientes a la Corporación Catalana de Medios Audiovisuales (CCMA) reclamando el pago de los importes por deducción del IVA que se ha efectuado durante los años 2015, 2016 y 2017. Hacienda también ha paralizado el pago de parte de la liquidación de 2016 y la totalidad de 2017.

La CCMA valora todo el impacto de estas inspecciones en 147 millones de euros, lo que se suma a los 75 millones que la corporación ya ha provisionado (con el aval de la Generalitat) por la inspección del IVA de los ejercicios 2012, 2013 y 2014.

10 ‘ANORMALIDADESS DE TV3

¿Es TV3 una televisión normal?

La pregunta se la hace  María Jesús Cañizares en ‘Crónica Global’ y se contesta ella misma en voz alta subryanado que si se echa la vista atrás, es evidente que los medios públicos catalanes han sido objeto de controversia, especialmente den los dos últimos dos años.

1. La CCMA como estructura de Estado. Junts pel Sí se presentó a las elecciones de 2015 con un programa electoral en el que aseguraba que «el país cuenta con una verdadera estructura de Estado como es la Corporación Catalana de Medios Audiovisuales (CCMA)». Se trata del ente audiovisual que más dinero público recibe (307 millones), mientras que el director de TV3 cobra un sueldo de consejero (108.000 euros).

2. Mejor tertulianos que hablen en catalán. El libro de estilo de la CCMA determina: «En igualdad de méritos y cualidades, preferimos tertulianos que se expresen en catalán».

3. El veto en TV3 al libro de Borrell. En septiembre de 2015, la televisión catalana suspendió una entrevista al exministro socialista Josep Borrell con motivo de la publicación de su libro Las cuentas y los cuentos de la independencia. La razón alegada fue la proximidad de las elecciones y el contenido de la obra.

4. El CAC protege los editoriales de Mònica Terribas en Catalunya Ràdio. Los comentarios a favor del procés han sido analizados en varias ocasiones por el Consell de l’Audiovisual de Catalunya (CAC), pero gracias al voto de calidad de su presidente, Roger Loppacher (propuesto por PDeCAT), Terribas nunca ha sido reprobada.

5. La entrevista de un condenado por terrorismo en TV3. Igualmente polémica fue la entrevista a Carles Sastre que, en diciembre de 2015, emitió la televisión pública. Sastre fue condenado en 1985 por la Audiencia Nacional como coautor del asesinato del empresario José María Bultó en 1977. Fue presentado como «preso político» de Terra Lliure. De nuevo, el voto de calidad de Loppacher inclinó la balanza a favor de TV3.

6. La quema de un ejemplar de la Constitución en TV3. En abril de 2016, la escritora y colaboradora del programa Els Matins Empar Moliner quemó un ejemplar de la Constitución española. De nuevo, el CAC evitó censurar a la cadena. Sociedad Civil Catalana solicitó el cese de Moliner. Pero lejos de aceptar esta petición, la escritora fue premiada con un programa en Catalunya Ràdio.

7. La defensa de la alcaldesa de Berga en Catalunya Ràdio. En noviembre de 2016, la radio catalana hizo una encendida defensa de la alcaldesa de Berga, Montserrat Venturós, detenida, dijeron, por «razones políticas» por no colgar «una bandera legal» (estelada). En realidad, Venturós (CUP) fue detenida por no comparecer en dos ocasiones ante el juez. El CAC volvió a dar carpetazo a una queja presentada por el Grupo de Periodistas Pi i Margall.

8. Las polémicas preguntas en Twitter. Preguntas como «¿Estáis dispuestos a impedir físicamente que juzguen a Mas, Ortega y Rigau?» o «¿Crees que cuando un juez te cita siempre has de ir, sea por lo que sea?» forman parte de la actividad de los medios públicos catalanes en las redes sociales. La sobreimpresión, durante una entrevista al exdirigente de UDC Ramon Espadaler, de un mensaje en TV3 con las frases «El pueblo catalán ha hablado bien claro por lo que respecta a UDC. Hay que apuntar a la cabeza. Si no, estos políticos zombis no dejan de moverse», también fue a parar a manos del CAC, que en esta ocasión si instó a la cadena a controlar esos tuits.

9. La cobertura de la Diada. Los medios catalanes no escatiman recursos humanos y materiales en la cobertura de las manifestaciones independentistas de la Diada. En 2015, la Junta Electoral central, a petición de PP y PSC, obligó a TV3 a compensarles con la retransmisión de actos de los partidos que no habían asistido a esa manifestación. La CCMA presentó un recurso ante el Tribunal Supremo, que no le dio la razón.

10. La elección de los cargos de la CCMA. Núria Llorach es presidenta en funciones de este ente desde el 11 de abril de 2016, cuando Brauli Duart (propuesto por Junts pel Sí) abandonó el cargo por motivos de salud. Sin embargo, el nombramiento de Llorach no pasó por el Parlament, como es preceptivo. Mucho más polémica fue la designación de Vicent Sanchis como director de TV3 en sustitución de Jaume Peral (que a su vez había relevado a Eugeni Sallent al frente de la cadena). En una votación sin precedentes, todos los grupos del Parlament -excepto JxSí- reprobaron a Sanchis y pidieron la dimisión de Llorach. Caso omiso.


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