El 4 de diciembre de 2017, ‘First Dates’ demostró por qué es uno de los mejores formatos estrenados en los últimos dos años. El programa de Cuatro invitó a cenar a una pareja con síndrome de Down peor lejos de hacerlo de manera ostentonasa o morboda, lo que hizo el espacio de Mediaset fue, una vez más, dar visibilidad a todos los todos los tipos de amor.
El secreto del éxito de ‘First Dates’ reside, principalmente, en el casting. De acuerdo que se le puede acusar de extremo y que munchos de los participantes son frikis que sólo buscan fama o que llaman la atención. Puede ser, pero también es cierto que da visibilidad a todo tipo de parejas, con respecto y ecuanimidad.
Según este concursante ruso de First Dates los catalanes tienen el pene un poco pequeño
Un ejemplo de esto sucedió el 4 de diciembre de 2017 cuando conocimos a Sara y Manolo. Manolo, un cordobés de 33 años y Sara, una gaditana de 23, ambos con Síndrome de Down.
Manolo fue el primero en llegar y tras presentarse como auxiliar administrativo y cantaor, le contó a Carlos Sobera su triste historia de amor no correspondido. Pero puede que el destino le diera otra oportunidad…
Luego llegó Sara y vio como su cita, Manolo contaba-junto a su propio padre, una canción que, según él, hablaba de que:
Los síndrome de Down no somos bichos raros y podemos enamorarnos igualmente
Y aunque él estaba nerviosos, aseguró que en cuanto la vio se le pasó el mal trago, La cita fue preciosa. Se pasaron la cena cogidos de la mano, diciéndose cosas bonitas e incluso se dieron de comer mutuamente durante el postre. Fue todo tan emocionante que Sara rompió a llorar (como muchos espectadores).
Por su puesto, el resultado fue positivo y Manolo y Sara quedaron en volver a verse. Precioso.
