"Sor Lucía tiene un problema, y es que no dice lo que practica y no lo ha hecho casi nunca"
El fantástico procés ha provocado en Cataluña una república de mentira, una fractura social y un tremebundo ridículo de los líderes independentistas, pero además, la parte más grave: una fuga de empresas y una incertidumbre económica, que sufren, entre otros, los sectores más vulnerables de la sociedad.
Así que la monja televisiva Sor Lucía Caram, que durante años se ha comportado como una agitadora social y como no podía ser de otra manera, del lado del independentismo, ahora se pone la piel de cordero y entra en Espejo Público este 11 de diciembre de 2017 para quejarse de la falta de subvenciones.
Lo que pasa es que el copresentador del espacio, Albert Castillón, la estaba esperando y completó un revolcón tremendo a la monja ‘exindependentista’ precisamente en el día del traslado de las obras del museo de Sijena:
- Sor Lucía: «Estamos tirando leña al fuego y estamos centrándonos en otras cosas y no en lo realmente importante».
- Castillón: «Sí, pero Sor Lucía, precisamente esto ha llegado donde ha llegado por culpa de un montón de monjas. Por una congregación que sin derecho a vender, vendió 44 obras».
- Sor Lucía: «Mire, yo en esto no voy a entrar porque no conozco la situación».
- Castillón: «Estamos hablando de que el procés ha llevado a recortes y también en ayudas a instituciones como la suya. ¡Entonces pregúntele a los suyos! ¡Sea justa!
- Sor Lucía: «Mi única política es defender los derechos de las personas vulnerables, y voy a pedir responsabilidades a todos. […] Yo le pediría a usted mismo que haga proselitismo para que se hagan los derechos…»
- Castillón: «Claro, ¡le digo que se aproveche que es amiga de Artur Mas para pedirle que lo arregle!»
El último rapapolvo de Castillón llegó ya cuando Sor Lucía había cerrado su conexión, de igual manera que hizo Rubén Amón:
- Rubén Amón: «A mí me impresiona este pudor ajeno a la política con el que se expresa ahora, después de haber sido una de las mayores agitadoras y de haber hecho política sistemáticamente. Y ahora que el procés muestra la ferocidad de su resultado, aparece esta imagen pura y catártica con la que nos quiere convencer».
- Castillón: «Sor Lucía tiene un problema, y es que no dice lo que practica y no lo ha hecho casi nunca».