Sería un escándalo descubrir y confirmar que al futuro presidente y varios de sus asesores, incluido su hijo, les ofrecieran de forma exclusiva -por medio de un código de acceso secreto- descargar algunos documentos robados del servidor del Partido Demócrata antes de que fueran puestos al alcance de todo el mundo. Pero no lo es porque el periodista a cargo del trabajo sensacionalista, Manu Raju, confundió las fechas: puso el 4 de septiembre en lugar del día 14.
De llegar el 14 de septiembre de 2016 al cuartel de Trump, la invitación de un tal Michael Erickson para echar un vistazo a algunas intrigas de Hillary Clinton perdía toda la naturaleza exclusiva, conspirativa. WikiLeaks ya había hecho públicos para esa fecha los archivos que la carta proponía conocer y estudiar, según recoge RT.
Además, cualquier simpatizante de Trump podía avisar a su equipo sobre la publicación después de ese momento. La redacción tuvo que admitir finalmente que la autoría del mensaje no estaba confirmada, no sabían ni saben ahora a ciencia cierta si el remitente tenía que ver con WikiLeaks. No se pudo asociar este nombre con ninguna persona que trabajaba con Assange. Terminó su mensaje con la típica frase de simpatizante: «Espero que esta información les ayude».
Dados los múltiples errores en el reportaje inicial, la CNN decidió no limitarse con la corrección de su artículo, sino que publicó aparte una especie de fe de erratas, una aclaración detallada. El artículo viene dedicado al propio hecho de las correcciones en la historia falsa. La redacción expone meticulosamente cuál pronto y en qué sucesión revisó qué parte del material publicado y cita los deslices anteriores.