Pablo Iglesias e Irene Montero han elevado la compra de su chalet a cuestión política interna de su formación. Los casi 500.000 inscritos ya pueden votar desde este martes 22 de mayo de 2018 y hasta el domingo 27 para reforzar la posición de sus dos líderes o si prefieren que con la compra de su lujoso chalet que les aleja de ‘la gente’ y les convierte en casta, dejen de representarles. Un periodista deja tiritando a Monedero con un argumento irrefutable sobre el imperial chalet de los jefes podemitas.
Un órdago a la militancia y a los votantes, un chantaje en toda regla, convertir una cuestión privada en una comidilla de la organización… Por esto es por lo que la corriente anticapitalista (Kichi González, Teresa Rodríguez, Miguel Urban, Lorena Ruiz-Huerta…) se han desmarcado de este referéndum y no participarán de él. Los errejonistas, al menos ante la cámara, agachan la cabeza… La podemita marginada de Madrid saca el hacha a pasear contra Iglesias y Montero: «Solo oigo críticas a mi alrededor».
Ana Rosa Quintana sí alzó la voz desde su programa de Telecinco, pidiendo claridad y transparencia en esta nueva propuesta de la ejecutiva podemita de poner su chalet en manos de los inscritos. Porque claro, además de que ninguna empresa externa auditará el referéndum sino que será el propio sistema podemita, llevado a cabo por los propios trabajadores del partido, se le suma que no hay base ninguna de la consulta a saber de antemano:
¿Qué es válido? ¿Cuánta gente tiene que participar? ¿Con qué porcentaje se toma una decisión? ¿Hay bases? Quiero saber qué es ganar…
Y es que no es lo mismo si Iglesias y Montero ganan por un 51%, ni si vota apenas un 10% del ‘censo’. En cualquier caso, parece que la pareja de jefes máximos podemitas seguirá al frente de la formación pase lo que pase, voten lo que voten, de una forma u otra. El ‘perro guardián’ del palacete de Iglesias está rabioso: pide el veto al «mafioso y sicario Inda» en todas las teles.