«La España profunda da la victoria a Santamaría». Así tituló la semana pasada el canal 3/24 de TV3 -el cuarto de la Corporación Corporación Catalana de Medios Audiovisuales-, la victoria de la ex vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, frente a Pablo Casado y María Dolores de Cospedal en la primera vuelta de las primarias a la presidencia del PP. (Rapapolvo mayúsculo al ‘indepe’ de cuota de Atresmedia por intentar vender que su TV3 está más cerca de la BBC que de Televisión Española).
El titular apareció en una conexión en directo con la sede nacional de partido en Madrid. El periodista Albert Calatrava, delegado de TV3 y Catalunya Radio en Madrid, estaba explicando que Sáenz de Santamaría sería la última en comparecer. (La charlotada que brindó TV3 a Quim Torra por lucirse con la suerte de don Tancredo ante el Rey).
Calatrava también destacó que
«Pablo Casado ha ganado en territorios como Madrid, Extremadura o Cataluña y Sáenz de Santamaría lo ha hecho en Valencia, en Euskadi y en Andalucía«.
Entonces el titular que hacía referencia a la España profunda cambió por «Soraya Sáenz de Santamaría gana las primarias».
Lo del insulto a Andalucía no es nuevo. Está en la génesis del separatismo, resumido en una reflexión del propio Jordi Pujol sobre «el hombre andaluz» que aún hoy en día, al parecer, sigue vigente en la televisión pública. En un ensayo titulado «Inmigración, problema y esperanza para Catalunya», el ideólogo del nacionalismo dejó escrito esto allá ya por 1976:
«El hombre andaluz (…) es un hombre destruido y anárquico. Si por la fuerza del número llegase a dominar, sin haber superado su propia perplejidad, destruiría Cataluña. E introduciría su mentalidad anárquica y pobrísima, es decir, su falta de mentalidad».
TV3 se vale para de un presupuesto 240 millones, 2.300 empleados y unas instalaciones que, como casi todo en TV3 y Catalunya Radio, hacen empalidecer las de los dos grandes imperios televisivos de España: ni Atresmedia ni Mediaset, propietarias de una decena de licencias operativas en todo el país, se acercan a esas magnitudes de gasto, pese a que sus ingresos multiplican varias veces a los de la Corporación catalana cuya audiencia cae en picado.
La charlotada que le brindó TV3 a Quim Torra por lucirse con la suerte de don Tancredo ante el Rey
