Pocas veces ha visitado First Dates un tipo más encantado de haberse conocido y más maleducado que Gonzalo, un transportista y modelo extremeño de 22 años que llevaba como tarjeta de presentación ser guapo y fijarse únicamente en el físico de las mujeres: «Sé que soy guapo porque me veo en el espejo. Me cuido mucho y entreno todos los días dos horas o dos horas y media. Me tiro una hora y media haciendo pesas, media haciendo abdominales y otra media corriendo», ha explicado, según huffingtonpost. Pincha aquí para ver el momento en la web de Cuatro
Frente a él tenía a Naomi, una simpática camarera gaditana de 21 años que no ha cumplido (ni de lejos) sus expectativas: «Es una chica físicamente normal, ni guapa ni fea, normalita, del montón, que puedo tener tías mejores», ha afirmado frente a la cámara el chaval al ver a su cita, antes de atreverse incluso a calificar de «paleto» el acento de la gaditana.
El comienzo de la cita no pudo ser peor. El silencio incómodo y la tensión se podían cortar con un cuchillo. Pese a ello, Naomi mantuvo una exquisita educación a lo largo de toda la cita, algo que no se puede decir precisamente de Gonzalo que, cada vez que pasaba la camarera Yulia Demoss, ignoraba a su cita y retiraba la mirada totalmente hacia la rusa.
«Le estoy hablando y está mirando pá allá, mírame a mí a los ojos, y es una falta de respeto», ha reconocido ante la cámara Naomi.
El tipo, eso sí, se encargaba constantemente de recordarle a su cita lo guapo que era y lo afortunada que era de haberle conocido con conversaciones de auténtica vergüenza ajena:
– Gonzalo. ¿Yo te he gustado?
– Naomi. Sí, me has parecido un chaval simpático.
– Gonzalo. Pero ha merecido la espera… has conocido un pibón como yo.
– Naomi. (Ríe por no llorar)
– Gonzalo. Es verdad, me has conocido a mí.
– Naomi. La verdad es que sí.
«Una persona puede ser muy guapa y luego la personalidad no…», argumentaba luego ante la cámara la chica.
VÍDEO DESTACADO: Esta chica protagoniza el momento más surrealista que se recuerda en ‘First Dates’ y la cosa acaba así…