Hay una repelente independentista, de nombre Magda Gregori, periodista secesionista, que se pasea por las televisiones estatales cuando se lo permiten y es allí cuando deja salir todo su odio a España, sus ridículas ansias de ser republicana catalana y su manifestación de la fractura social en su patria, a pesar de que lo hace llenándose la boca con una falsa libertad ideológica.
Menos mal que en ‘Espejo Público’ de Antena3, este 24 de julio de 2018, le metieron por fin un rapapolvo considerable en ausencia de la habitual presentadora, Susanna Griso, que no lo habría permitido. Susanna Griso reconoce que «ha tensionado» la línea editorial del grupo Atresmedia: «Voy por libre».
Primero fue la propia presentadora, Lorena García, la que barrió las bobadas de esta infame indepe:
Lorena García: Magda, querer retirar los lazos amarillos también es un acto de libertad ideológica.
Magda Gregori: Pero el problema es cómo se quieren retirar estos lazos, es un acto violento el que se produjo en Vic. No provocó ningún problema pero podría…
Claro, Magda, claro, eres una erudita, chica. De modo que entró Cristina de la Hoz a machacar a la rabiosa separatista:
Tú has dado la clave, esto se hace amparados por las instituciones, el Ayuntamiento de Vic o la Generalitat, que representan a todos los catalanes, les guste o no, y esto es una apropiación del espacio público por un sector de la sociedad catalana animado por las instituciones, y eso genera indefensión al resto. ¡Y en Cataluña no hay presos políticos porque eso es mentira! ¡Es mentira que estén perseguidos! ¡Es mentira! ¡Tenemos representantes en el Congreso y nadie los persigue!
Magda Gregori solo acertó a seguir diciendo idioteces, las mismas de siempre, la misma retahíla de mentiras para que les crean los votantes independentistas.
Lorena García: Estamos hablando de un problema de convivencia en Cataluña.
Magda Gregori: No hay un problema de convivencia, sino la necesidad de crear un conflicto social.
Lorena García: ¿El objetivo que tienen es reunirse para referéndum? Pero eso no es un diálogo, eso es una imposición de condiciones. Ahí poco hay que hablar.
La independentista llegó a decir para justificar sus necedades que la Constitución Española recoge el referéndum para la autodeterminación.