Solidaridad con los ceses en TVE… siempre que seas de izquierda, claro. Corría el año 1996 cuando el Gobierno Aznar ‘tomó’ RTVE tras ganar las elecciones y poner fin a 14 años de dominio socialista en el entonces ‘ente’.
Ernesto Sáenz de Buruaga dispuso como nuevo entrenador de una ‘nueva alineación’ o – lo que es lo mismo – apartó a los principales jefes del cotarro socialista (María Antonia Iglesias, Ramón Colom, Fernando G. Delgado… todos de probada fidelidad socialista), también José Antonio Martínez Soler se vio de patitas en la calle.
Entonces hubo una gran carga de solidaridades contra los cesados. La prensa progresista encabezada por El País o El Periódico de Catalunya clamaron contra ‘la depuración’ del Gobierno Aznar.
Uno de los columnistas que acuñó esa expresión, Eduardo Haro Tecglen, también sería ‘depurado’ como tertuliano de RNE en aquella etapa, junto a Margarita Sáenz Díez, Cándido u otros. Pero no se quedó en España, Martínez Soler tiró de contactos y logró la solidaridad pública de periódicos extranjeros (The New York Times, entre otros).
Los periodistas del sector progresista que quedaron dentro mantuvieron cuotas de poder claras (como los informativos de La 2 con Fran Llorente) y crearon el Comité Antimanipulación para prepararse para retomar el poder cuando el PSOE volviera a entrar en La Moncloa.
En efecto en 2004 llegó el PSOE al poder. Mientras el zapaterismo mediático con el amigo Llorente a la cabeza entraba a la dirección de RTVE por una puerta, todos los considerados prfoesionales afines a la otra cuerda salían por la otra: Alfredo Urdaci, Carlos Dávila, Antonio Jiménez, Isabel Durán, Sánchez Dragó, Curri Valenzuela, Julián Lago…
«¡Limpiemos RTVE de fascistas!», como hubiera dicho el célebre Calviño. Pero, a diferencia que con la de 1996. Nadie se solidarizó con los cesados, nadie habló de depuraciones, la prensa apenas informó nada y los pocos que dedicaron recuadros al tema fue para celebrarlo. Con los de la etapa aznarí no había piedad.
Llegó 2012 y Rajoy, tras un año pensándoselo, (fiel a su estilo) finalmente intervino TVE, entró Somoano y logró que abandonaron la cadena las figuras más representativas de la etapa progresista zapateriana: Fran Llorente, Ana Pastor, Xabier Fortes, Javier Gallego, Juan Ramón Lucas, Toni Garrido… Y, esta vez, sí, volvió a salir toda la ola de aduladoras y elogiadores solidarizándose, diciendo que eran despidos ‘políticos’.
Jordi Évole apareció en La Sexta en ‘Al Rojo Vivo’ casi de luto y pidiendo poco menos que los directivos y profesionales de la era zapateriana de TVE debían ser vitalicios, miles de artículo de solidaridad. Y de gente diciendo que un cambio de gobierno no debería significar un cambio de profesionales de TVE.
También estos formaron un comité para dirigir la oposición y preparar su retorno, en esta ocasión usaron el llamado ‘Consejo de Informativos’ con Fortes como hombre fuerte.
Ahora ha cambiado el Gobierno y la nueva dirección puesta por los socialistas ya se han cargado de TVE entre otros a José Antonio Gundín, a Pedro Carreño y a Sergio Martín (y habrá que ver si Víctor Arribas o Alfredo Menéndez no irán detrás). Pero para los ‘depurados’ ahora no hay nada de solidaridad, como no la hubo con los de 2004. Es lo que tiene no ser de izquierdas.
Posdata: En el digital de José Antich resumen todo el curriculum de Sergio Martín en que era un ‘enchufado’. Antich sabe bien lo que es ser ‘enchufado’ (si no que le pregunten a Josep Piqué y Carles Vilarrubí).