Buena, está bastante buena. Y muy lucida la chica. Cristina, administrativa zaragozana de 23 años con un parecido más que razonable con Kim Kardashian, llegó a First Dates buscando un «macho alfa» (‘First Dates’: el tipo suelta una bestial guarrada en plena cena y la chica no sabe dónde meterse):
«Me imagino al típico tío que, me cago en dios, me coge y me empotra contra la pared. ¿Sabes lo que te digo?»
Carlos viene con sus bandas para dejar claro que su belleza no es producto de un disfraz, aunque para deslubrar a Cristina necesitará de una superbelleza no al alcance de cualquiera #FirstDates712 https://t.co/1NdrLGNP2E pic.twitter.com/PzZ4J1BMzQ
— First dates (@firstdates_tv) 21 de agosto de 2018
Lo que estaba claro es que la joven no se iba a conformar fácilmente. Estaba acostumbrada a lo bueno, y de ahí no la iba a sacar nadie:
«Yo soy una súper niña de papá. Para mí mi padre es lo mejor del mundo, y mi madre también. Pero mi padre, y mi madre… bueno, todos, todos…».
«En esta vida pido ser feliz con mi súper marido, mis súper papis, mis súper perritas, mi súper purpurina, mi súper Hello Kity, mi súper casa… en fin, es que no pido nada más. Sólo eso».
Eso reconoció Cristina, como si lo que pedía fuera poca cosa.
Entonces llegó Carlos, un modelo de 23 años de Pontevedra cargado de bandas de los concursos de belleza en los que había participado. «Los feos no ligan», era su tarjeta de visita. Pero estaba por ver si él sí sería capaz de ligarse a la Kardashian zaragozana.
Lo cierto es que el chaval quedó impresionado con la belleza física de su Cristina, «un bombonazo de niña»:
«Me he llevado una buena impresión, muy buena, diría yo», reconoció el pontevedrés, quien calificó a la chica de «pija pero no repelente».
Ella, por contra, se esperaba un hombre «más corpulento, con la espalda más ancha y tal».
Carlos no podrá recurrir a sus bandas si de verdad pretende conquistar a Cristina en su segunda cita. ¡Pico y pala! #FirstDates712 https://t.co/1NdrLGNP2E pic.twitter.com/Z3DnCRpsRN
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La cita fue muy bien. Ambos conectaron hasta el punto de que la chica se preguntó por qué tenían «tantas cosas en común»:
«Con él he tenido sensaciones súper buenas», explicaba la joven, quien no obstante seguía echándole en cara «su físico» y también su forma de tratarla, «que no han sido las correctas».
Y con estos mimbres llegó la sentencia final: hubo segunda cita… pero cuidado porque reticencias no faltan. Y si no que se lo pregunten a la Kardashian española: