Susanna Griso y Antonio García Ferreras se fueron de vacaciones como todo hijo de vecino (ellos un poco más largas), y en su lugar dejaron haciendo ‘Espejo Público’ de Antena3 y ‘Al Rojo Vivo’ de laSexta a dos compañeras que han corrido desigual suerte y traen diferentes consecuencias.
Lorena García es la presentadora de informativos de Antena3 que por segundo periodo vacacional consecutivo se hace cargo del magazine matutino de la cadena y con mucho éxito. Después de un periplo de presentadoras que no llegaron a establecerse en el puesto, como Sandra Golpe o Esther Vaquero, parece que Lorena García es una apuesta segura, tan segura que debería sembrar una gran preocupación en Susanna Griso, la titular y una de las estrellas de la casa: el programa ha conseguido reducir de 2,9 a 1,5 los puntos de share diferencia con Telecinco en este periodo estival.
Y es que la presentadora habitual ha tenido un año muy convulso en el que ha fallado estrepitosamente, porque las sensibilidades políticas de cada uno son muy difíciles de salvaguardar a pesar de que la línea de la cadena vaya por otro lado. A Griso se le han visto las costuras tolerantes del separatismo catalán en diferentes ocasiones, de forma muy opuesta a su sustituta, que ha resultado ser tajante con estos asuntos. Aquí dos ejemplos claros:
- Susanna Griso reconoce que «ha tensionado» la línea editorial del grupo Atresmedia: «Voy por libre».
Esa debería ser la gran preocupación de Susanna Griso en su regreso, igual que otra de diferente índole es la que tendría que desasosegar a Ferreras cuando aparezca por laSexta este lunes 10 de septiembre de 2019: María Llapart.
Muy lejos de la actuación de su compañera en Antena3, la sustituta de ‘Al Rojo Vivo’ ha desempeñado una presentación del programa completamente virada a la izquierda, más incluso que su cadena: feminista radical, simpatizante del independentismo y más podemita que Irene Montero, María Llapart ha protagonizado más de una situación sumamente escandalosa. Aquí, varias muestras.
Llapart ha pasado un periodo estival tan tranquila y tan crecida -siempre ‘Al Rojo Vivo’ en números cercanos al 13% de audiencia-, que hasta se ha permitido licencias como ponerse a cantar en medio del programa, que han generado incluso bastante vergüenza ajena. La gran preocupación de Ferreras, una vez que se quitó a la formidable Cristina Pardo de hacerle sombra, debería ser qué hacer con Llapart en sus futuras ausencia:
Ferreras, por favor, ¡vuelve ya! A su sustituta se le va la olla y se pone a cantar.