Solo le faltó decir a Míriam Nogueras eso de «prensa española, manipuladora», la consigna que cantan los furibundos independentistas en las calles cuando protestan.
Pero toda la culpa es de la presentadora de laSexta, Mamen Mendizábal, por tratar de dialogar con quien no quiere dialogar, por preguntar por planes b, por ofertas de negociación, por ablandar sus posiciones, a irascibles independentistas odiadores de España.
Míriam Nogueras es la vicepresidenta del PDeCAT y muy desagradable cuando se le pone delante una cámara de un medio español, aunque sea laSexta. Así de prepotente y colérica se mostró este 15 de octubre de 2018 en ‘Más vale tarde’, pegando palo tras palo a la presentadora Mendizábal, como si de un muro se tratara.
Mamen Mendizábal: ¿Están todos de acuerdo en el PDeCAT en exigir al Gobierno que influya en la Fiscalía?
Míriam Nogueras: Yo creo que hemos hablado muy claro desde hace muchas semanas y estamos en lo mismo que hemos dicho siempre, en esta situación con presos políticos y exiliados y sin hacer caso del mandato de las urnas, nosotros no podemos hacer política normal.
Mamen Mendizábal: ¿Le parecería normal que el Gobierno hiciera política influyendo en la Fiscalía?
Míriam Nogueras: Bueno, lo primero que hizo Pedro Sánchez fue cambiar al Fiscal General para poner el suyo. […] Pedimos que se de de perseguir a los que han puesto urnas. Esto es lo mismo que hacía el Gobierno Rajoy.
Mamen Mendizábal: Bueno, pero estamos en otro Gobierno…
Míriam Nogueras: Sí, pero hacen lo mismo. Tenemos presos políticos, exiliados y no se habla de autodeterminación. Estamos igual.
Mamen Mendizábal: Usted habla de no forzar el relato, ¿pero forzar no es pedirle a un Gobierno que presione al poder judicial?
Míriam Nogueras: Un Gobierno que tiene encarcelados a políticos por cómo piensan y por poner poner urnas, no es democrático.
La entrevista podría haber durado cuatro horas, que habrían discurrido de la misma manera y con el mismo final desastroso, mediando una inaguantable tensión, con un hieratismo prepotente por parte de la entrevistada que no habría aguantado ni un minuto más el espectador.