El caso escabroso y terrible de Laura Luelmo ocupa gran parte del espectro mediático, y así fue este 20 de diciembre de 2018 en ‘El Programa de Ana Rosa’. Sin embargo fue sobre la mesa de Telecinco donde se sucedió un hecho lamentable. El miserable Bernardo Montoya pasó 17 años en la cárcel por asesinato y trató de violar a una mujer durante un permiso.
Varios tertulianos analizaban la triste historia ocurrida en El Campillo (Huelva), cuando Montse Domínguez (El País) intervenía para aportar su información, que resultó ser nefasta:
¿Sabéis lo curioso y lo llamativo y tremendo de este caso? Montoya como preso era modélico y no daba ningún problema, e incluso llegó a ser preso de confianza, por tener un buen comportamiento y no tener una actitud agresiva en prisión. Esto nos obliga a revisar cómo funcionan esas prisiones. Pero tenemos que tener presente que nunca va a ser cien por cien posible evitar estos casos de reincidencia.
Joaquín Prat arrancaba entonces a meterle el dedo en el ojo a la tertuliana, sabiendo lo que tenía entre manos, y de hecho su invitado terminó por dejarla para el arrastre: «Decía Montse que Montoya era un delincuente modélico pero tenemos constancia de que agredió a un funcionario», explicó Prat.
Y a continuación, el protagonista, Enrique Rodrigo, funcionario de prisiones, machacó a la periodista:
Quiero ser muy directo en primer lugar. Laura Luelmo hoy podría estar viva. Voy a repetirlo por si alguien no se ha enterado todavía: Laura Luelmo hoy podría estar viva. Le digo porqué. Entre las virtudes que adornan a este señor, el señor Montoya, está la de agredir a los funcionarios. Hubo un funcionario del Puerto de Santamaría que fue agredido por el señor Montoya. Pero en este país eso sale gratis, porque este funcionario no tiene reconocida legalmente la condición de autoridad. De haber sido así, el señor Montoya habría sido condenado debidamente y hoy estaría en la cárcel y Laura cenando en su casa.