Los hay que no se controlan, ni en la mesa. Jonathan y Erika congeniaron a la perfección en su cita de First Dates.
Las primeras impresiones fueron perfectas y los dos parecían estar encantados, aunque él ya había avisado desde el principio que la comida le pierde.
«Me encanta comer, como mucho, cuando me ponen la comida me centro mucho en comer», alertaba el joven a su acompañante.
Y no es para menos, ya que Jonathan parecía que llevaba sin comer un mes cuando le pusieron delante el primer plato, pues estaba tan concentrado en comer que casi no podía intercambiar palabra con su cita, que quedó muy sorprendida:
«No te asustes, yo para comer soy así, si no como me pongo nervioso, tengo que comer cada dos horas».
Tanto hambre tenía que Jonathan casi ‘se comió‘ también la puerta del baño, por un pequeño fallo de cálculo.
A pesar de la peculiar cita que le dio a su pareja, esta terminó riéndose mucho, por lo que ambos han concertado un próximo encuentro.