En España solo se habla este 23 de febrero de 2018 de ‘censura’ en ARCO, por la obra retirada al controvertido Santiago Sierra por Ifema que consistía en 24 retratos pixelados de ‘presos políticos en la España contemporánea‘.
Desde luego, una ‘obra’ que no pretendía conmover de manera artística a los espectadores de la feria, sino todo lo contrario y en lo que ha tenido un notable éxito gracias a su retirada: montar escándalo y adquirir notoriedad.
El problema es cuando comunicadores de los más importantes del país se han puesto detrás de la reivindicación y la queja por la retirada de dicha representación, dado que el principal titular que se trasladó a la opinión pública fue el de que ‘Junqueras y Los Jordis’ eran tratados como presos políticos en dicha propuesta. Pero lo cierto es que detrás de ellos hay mucho más y mucho peor.
Tanto Cuixart como Sánchez y Junqueras están en prisión preventiva ordenada por el Tribunal Supremo y acusados de delitos de rebelión y sedición por el Golpe de Estado de Cataluña a España, y entraría dentro de cierto juego político el que la izquierda los considere como encarcelados injustamente en esa cárcel provisional. Ahí aparecen Antonio García Ferreras, Cristina Pardo o Jordi Évole, algunas de las caras representativas de laSexta, que se están dedicando en cuerpo y alma a criticar esta acción censora. ‘El Hormiguero’ más radical: Motos y Évole se quejan de vivir en una dictadura y muestran orgullosos los retratos censurados de Junqueras y Alfon.
Lo que es más preocupante para ellos y para los que siguen sus programas de máxima audiencia, como ‘Al Rojo Vivo’ o ‘Salvados’, es que Junqueras y Los Jordis solo son tres de los 24 retratados. Las demás reivindicaciones corresponden a angelitos que han cometido delitos mucho más agresivos.
Ferreras y Pardo montan un show terrible contra la censura de ARCO.
- Andrés Bódalo: el jornalero del SAT que salió elegido al Congreso de los Diputados por Podemos en Jaén es un agresivo de tomo y lomo, un pieza que está mucho mejor entre rejas que agrediendo a gente en las protestas de los jornaleros andaluces. Cumple actualmente tres años y medio de cárcel (ya en libertad condicional) por agredir a un edil socialista en 2012 y tener tras él además toda una lista de antecedentes por agresiones o sanciones administrativas. La pseudo obra de este autor señala en la fotografía pixelada del guerrillero Bódalo: «Tres años y medio de cárcel y multa de 1.800 euros por una supuesta agresión a un edil socialista durante una protesta en septiembre de 2012. La sentencia se basa únicamente en testimonios policiales».
- Alfon: el joven que se convirtió en un icono antifascista de la izquierda radical fue condenado en 2013 a cuatro años de cárcel por portar explosivos en la huelga general del año anterior y llevar tras de sí un amplio historial policial: atracos, drogas, agresiones sexuales, reyertas. Una joyita que defienden como ‘preso político’ Ferreras, Pardo y Évole en pro de la libertad de expresión, parece ser.
- Los agresores de Alsasua: unos caramelitos estos jóvenes a los que ahora se llama ‘presos políticos’ como si hubieran sido encarcelados injustamente por reivindicaciones ideológicas. Dieron una paliza en 2016 a dos guardias civiles en un bar de Alsasua solo por su condición profesional, y el Fiscal pide para estos ocho proetarras un total de 375 años de cárcel, entendiendo delito de terrorismo. Solo tres de ellos siguen en prisión preventiva a la espera del juicio que será en abril de 2018. Para el autor de la obra, encarcelados por una «trifulca nocturna».
Los 24 retratos quedan completados con el famoso pasaje de los titiriteros detenidos en el Carnaval de 2016 en Madrid, que pasaron cinco días en prisión a petición de la Fiscalía y cuya causa por enaltecimiento del terrorismo quedó archivada; por los anarquistas acusados de explosionar una bomba en la Basílica del Pilar de Zaragoza o por los editores del periódico abertzale Egin (todos en libertad ya).