Los Comités de Defensa de la República (CDR) son esa banda de catabatasunos más o menos organizados que imitan una suerte de kale borroka vasca en versión moderada, que usan la misma terminología castrista, sandinista y chavista, y que se están dedicando a cortocircuitar Cataluña a base de violentas acciones.
Los cortes de carreteras con piras, los ataques a sedes, a domicilios particulares, el acoso generalizado a los disidentes del procés, los disturbios en las manifestaciones, el sabotaje a los peajes… Todo forma parte de una misma estrategia violenta que los políticos independentistas y sus voceros televisivos son incapaces de condenar como se debe.
Además, cuentan con un auténtico un brazo ‘armado’ mediático en televisiones estatales que se cuida mucho de calificar de violentos a los violentos catabatasunos. Especialmente, los Ferreras, Griso, Javier Ruiz y compañía.
Este 3 de abril de 2018 hubo muy buena prueba de todo esto. Inés Arrimadas metió una lección formidable preguntada en laSexta por Antonio García Ferreras a colación, cuidándose mucho el periodista de decir ‘violencia’, del «sabotaje» de los CDR. ¿Más periodismo o más sectarismo? El infumable dúo Bardají-Ferreras ‘rebaja’ el golpe catalán a mero show.
Así introdujo el presentador:
Hay debate sobre los actos de sabotaje de los CDR… Ellos dicen que esto es todo una invención y que se está creando un clima para definir sus actos de protesta como Kale Borroka a la catalana y dicen que eso es un invento de partidos políticos y de medios de comunicación. ¿Usted cómo definiría esos actos de sabotaje?
Y así respondió, sin dejar lugar a la duda, Arrimadas:
Pues mire, yo simplemente pondría imágenes. Imágenes de los ataques a las sedes, de cómo se han cortado carreteras quemando ruedas de camiones. De cómo se han paralizado trenes. De cómo se han atacado viviendas personales de determinadas personas que se enfrentan al procés. Y esto tiene de todo menos pacífico, pero estos señores tienen mucho miedo a que se vea la realidad.
Señalar públicamente al disidente, atacar sus sedes y sus casas, quemar contenedores y mobiliario urbano, enfrentarse a la Policía y cortar carreteras.. Pacífico no es. Lo vamos a seguir denunciando porque es una vergüenza.
Y quiero recordar que la semana pasada en el Parlament presentamos una propuesta para condenar los actos violentos, y los partidos independentistas y Podemos votaron en contra. Por tanto, blanco y en botella.
En la misma jornada, la alcaldesa de Barcelona Ada Colau había descartado tajantemente que estos grupos fueran violentos, a primera hora en el magazine ‘Espejo Público’ de Antena3, con la entrevistadora Susanna Griso sin capacidad ni entusiasmo por responderle con evidencias. Bastaría con que le hubiera puesto unas imágenes, como dice Arrimadas. Pero no. No sea que. Agárrense: para la sectaria Ada Colau los CDR son jovencitos pacíficos y Griso se queda tan pancha.
El último caso es Pilar Rahola, pero qué se iba a esperar de ella. Pilar Rahola: «¿Kale borroka? Las CDR son un movimiento cívico, transversal y con gente de buena fe».
Ada Colau está encantada con los pacíficos CDR y Griso no dice ni pío.