Zapeando rescató este lunes los momentos más sonrojantes. En la primera ocasión, recortó una hora a los costaleros. «Se le ve perfectamente. Bien de momento porque claro hemos salido a las seis menos cuarto», dijo él a lo que le corrigieron: «A las cinco menos cuarto».
Después, preguntó que si a quien flaqueaba había que echarle una mano. «Más que flaquear, una persona se puede hacer daño», le contestaron muy serio la misma persona que corrigió la siguiente frase: «Me imagino que además de la borriquita también vuestros hombros llevan otros pasos». «Somos costaleros, no somos anderos», decía el responsable, según recoge Ecoteuve.
Por último, llamaba «cariñosamente» «monjita» a una hermana. «Somos personas mayores. Yo tampoco te puedo llamar muchachito aunque sea con cariño», reconocía ella.
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