First Dates

A este hombre le da el «bajón de su vida» al ver a su cita

“Todos los días se me acerca alguna que me gusta"

A este hombre le da el "bajón de su vida" al ver a su cita
Begoña y Lázaro Cuatro

«El delito de los que nos engañan no está en el engaño, sino en que ya no nos dejan soñar que no nos engañarán nunca». que diría Víctor Ruiz Iriarte.

La decepción surge de unir la sorpresa con una sensación interna de impotencia. La forma por tanto de huir de la decepción es averiguar de modo paciente un modo de actuar o una estrategia distinta de realizar algo, según wp. Para ello, en ocasiones no es suficiente imitar o copiar cómo lo hacen otros, sino modelar de otros aquello que nos acerca al resultado o deseo y eliminar lo que por otro lado nos separa de él.

Y es que fue demasiado evidente el contraste entre su entrada triunfal en First Dates, cargado de tomates para Lidia Torrent, con la cara que se le quedó cuando vio entrar a su cita por la puerta del restaurante. Algo que no gustó ni a su cita, ni al público del programa.

Y eso que aseguró que no le faltan pretendientas: cuando Lidia le preguntó si con las mujeres tenía gracia, él no dudó en asegurar que en el mercado “me ligo a la que pillo”.

“Todos los días se me acerca alguna que me gusta.”

Con esta carta de presentación afrontaba su cita Lázaro… pero la ilusión duró poco, y no lo ocultó precisamente.

“Me ha dado un bajón en seco”, reconoció el hombre ante las cámaras, cuando le preguntaron por su reacción al ver a Begoña, una alicantina de 47 años.

Tampoco se mostró precisamente muy entusiasmado delante de ella..

“- Begoña. Hola, qué tal

– Lázaro. Bien.

– Begoña. Bueno, qué tal.

– Lázaro. Bien, aquí.

– Begoña. ¿Y de dónde eres?

– Lázaro. De Murcia.

– Begoña. Pues yo de Alicante. ¿Y a qué te dedicas?

– Lázaro. Soy tomatero.”

Una actitud distante que no pasó precisamente desapercibida para Begoña:

“Pues para ser un vendedor no le veo con labia.”

En un momento dado, Lidia Torrent preguntó si todo iba bien… y el hombre aprovechó para soltar un zasca que todavía resuena en el restaurante del amor de Cuatro:

“Sí, el vino es bueno.”

La sentencia final no sorprendió a nadie:

“- Lázaro. No quiero una segunda cita, aunque como amiga…

– Begoña. Yo tampoco, para más no, desde luego.

– Lázaro. Yo agradecido por la sinceridad.

– Begoña. Soy muy sincera.

– Lázaro. Pues en algo coincidimos.”

VÍDEO DESTACADO: ‘First Dates’: Él la llama vieja y ella lo deja en ridículo con dos palabras

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