"Es un intelectual, una persona con una capacidad cultural brutal... quien diga lo contrario no sabe lo que dice"

La charlotada que brindó TV3 a Quim Torra por lucirse con la suerte de don Tancredo ante el Rey

No cabía más pasodoble que un rendido himno ante el humillado presidente de la Generalitat

Se asomaron a la barrera los embravecidos comentaristas de TV3 gracias a la realización de Televisión Española, y les bandillearon nada más asomar las narices con las enseñas nacionales, quiebro del que quisieron salir airosos haciéndole un nuevo traje de luces al bufo y abucheado Quim Torra.

Su retransmisión de la apertura de los Juegos Mediterráneos, que se celebró en el Nou Estadi de Tarragona este 22 de junio de 2018, ha sido de todo menos de vuelta al ruedo, -quizá si de corte de orejas- y ha servido para que la millonaria cadena pública catalana se luzca una vez más con otra vergonzosa faena, donde no cabía más pasodoble que su rendido himno ante el presidente de la Generalitat.

Así, ante el mutismo y cara de malas pulgas de este último, -situado en el palco junto a Pedro Sánchez y Felipe VI tras acudir de mala gana en el último momento-, no se tuvo mejor ocurrencia que ensalzar sus pretendidas y dudosas dotes intelectuales lanzándole un agujereado capote, para tratar de quitar hierro al asunto:

«Vemos la realización de Televisión Española… Torra es más un hombre de edición y de letras, yo creo que el deporte le gusta evidentemente, pero él es un intelectual, es una persona con una capacidad cultural brutal, quien diga lo contrario no sabe lo que dice, y yo creo que es un hombre más de letras que de deporte, pero bueno…»

De la pitada a Torra cuando lo mencionó el alcalde de Tarragona, Josep Fèlix Ballesteros, ya se ha encargó de explicarlo la ‘novillera’ y consellera de Presidència, Elsa Artadi, quien ha denunciado que el público estaba «sorprendentemente seleccionado». Sobre el acto reflejo del fanático de turno aplaudiendo el himno de España, ni mu.

De todas formas, hay que agradecerle a la mujer el detalle de que haya decidido que el gobierno catalán no perseguirá ni le parecerá un delito de odio los silbidos a su adorado jefe, auque no ha podido evitar un bufido final ante la «presencia del Ejército» en la inauguración. A ella le hubiera gustado que hubiese habido «mucha más presencia de la historia tarraconense y catalana«.

Qué se le va a hacer. No hay suficiente plaza para tanto espontáneo.

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