La detención del presidente de la Diputación de Valencia del PSOE por presunta prevaricación y malversación ha colocado (otra vez en muy poco tiempo) al Gobierno de Sánchez en la lupa… No hay que olvidar nunca la manera en la que los socialistas han llegado al poder, como consecuencia de una moción de censura a las corruptelas que azotaron al PP. La Policía detiene por corrupción al socialista Rodríguez, presidente de la Diputación de Valencia
La ministra de Trabajo, Magdalena Valerio, tuvo que dar la cara este 28 de junio de 2018 en ‘Espejo Público’ de Antena3, y la jeta demostrada es digna de los mejores ministros del Partido Popular o de los concejales podemitas con mayor rostro: «¿Cómo puede ser que la historia se repita cuando ustedes los socialistas desde Valencia prometían ser el azote de la corrupción del PP?»
Desgraciadamente la condición humana es la condición humana. Y esto por desgracia está repartido por familias, es así, lo que hay que hacer es ser contundentes. La corrupción hace un daño inmenso a la democracia, a la credibilidad del sistema democrático. Uno de los problemas que hemos tenido estos años es que la política ha perdido credibilidad porque en los partidos se nos han introducido una serie de corruptos que han devaluado la grandeza de la política como entrega y como servicio público.
Hasta Susanna Griso, que no es muy de apretar, sí se lo hizo a la ministra:
¿Cómo pueden ser que hayan fallado tanto los controles internos? Todo esto parte de una denuncia de Ciudadanos que llevaba tiempo avisando de esto… Estábamos hablando ahora de que hay que luchar contra la precariedad, la explotación laboral, ¿y cómo puede ser que esto ocurra en una diputación gestionada por el PSOE? ¿Cómo no se dieron ustedes cuenta? ¿Cómo puede ser que Ximo Puig diga que esto no es corrupción?
«Yo sinceramente no conozco el caso concreto y quiero ser prudente…» Respondía, pues eso, como tantos otros. «Hay que ser honrado y hay que parecerlo» y demás topicazos de la ministra de Trabajo para defender lo indefendible. Pero la cosa mejora: «¡Tolerancia cero! NO es que haga daño solo a una institución, de da igual que sean del PP, del PSOE o de cualquier partido, hacen daño al sistema democrático».