De todos es conocida la afición del presidente de Cantabria, Miguel Ángel Revilla, de pasearse por todos los medios de comunicación y mejor aún si se trata de programas progres. Al Rojo Vivo, laSExta Noche, en su día Las Mañanas de Cuatro… espacios donde el cántabro acude -o acudía- de manera habitual para dar su particular punto de vista sobre los asuntos de la política nacional.
Pero ahora el afán de protagonismo mediático de Revilla se ha descontrolado y le ha llevado a aceptar una invitación hasta ahora inédita para el político santanderino: pasearse por uno de los realities frikis que tiene en la parrilla actualmente Mediaset.
Todo vale con tal de unos segundos más en televisión… así que -quizás para vergüenza de todos lo cántabros- Miguel Ángel Revilla será uno de los participantes de Ven a cenar conmigo de este martes en Cuatro.
Así lo ha anunciado Mediaset que explica que «si hay un sitio donde se desayuna, se come y se cena estupendamente, es Cantabria. Hasta allí se ha desplazado el equipo de Ven a cenar conmigo, que esta semana contará con Ainhoa, una cántabra amante de los tatuajes, casada con un inglés y con un carácter que es pura dinamita; Álvaro, un informático sociable, divertido y amante de la buena cocina; María, empresaria y concejala de Turismo; Eva, una polifacética acupuntora, y Yeyo, comunicativo a la enésima potencia y experto en gastronomía».
Será precisamente, en casa de Yeyo, cuando los invitados de Ven a cenar conmigo reciban una gran sorpresa. En Santander los comensales conocerán al anfitrión de la región por excelencia: el propio Miguel Ángel Revilla, presidente de la Comunidad, acudirá a la cita para ilustrar todos y cada uno de los ricos productos dispuestos para la cena».
Y detallan que «entre que Yeyo no calla ni debajo del agua y las proverbiales dotes de comunicación del político, la cena parecerá un anuncio a mayor gloria de Cantabria. Pero a veces hasta los más expertos se equivocan y Yeyo, que había ocultado a sus invitados que se dedicaba profesionalmente a la gastronomía, verá cómo la velada no sale todo lo bien que esperaba».