¿Alguien se puede sorprender a estas alturas que Sálvame sea un espacio en el que lo principal no sea contar cosas, sino más bien el cómo se plantean?
Se trata de cebar el bicho lo máximo posible o, como bien dirían los periodistas de los antiguos diarios de papel, de inflar el perro.
Y de eso saben mucho en el programa de Telecinco. Por lo pronto, Jorge Javier Vázquez guarda celosamente los planes de Belén Esteban para amargarle la boda a su ex, a Jesulín de Ubrique que, después de 16 años, renueva sus votos matrimoniales junto a María José Campanario.
La de Paracuellos no quiere, pese a que Andreíta, la hija que tuvo con el diestro, ya es mayor de edad, que acuda al enlace y para ello tiene diseñado un avieso plan del que, al parecer, Jorge Javier Vázquez es el depositario.
Prepárense, porque durante las próximas semanas vienen curvas.