Tenso rifirrafe a costa de la exhumación de los restos de Franco en el programa ‘Ya es mediodía’ de Telecinco.
Este 23 de agosto 2018 la tertuliana ultra Cristina Fallarás recibió su medicina populista por partida cuádruple.
Sus habituales discusiones con el periodista Israel García-Juez a costa de los restos del dictador cuando entró en liza la representante de la Fundación Franco, la televisiva Pilar Gutiérrez, la mujer acérrima al franquismo que defiende que el dictador no sea exhumado, un auténtico fenómeno de este verano.–VEA AQUÍ EL PROGRAMA COMPLETO-–
Fallarás, a la que no le gusta de discutir con aquel quien ella considera indigno, escuchó como le recordaron que su abuelo fue un coronel de Franco, de Caballería para más señas, que sus padres eran de los dos bandos, lo que demuestra que la reconciliación en España fue un hecho y que si unos son franquistas, como ella dice, los otros son comunistas.
Mientras hablaba Gutiérrez, Fallarás sorprendida le dice: «Estamos escuchando a una persona franquista, me parece increíble», a lo que la franquista, tajante, le contesta:
«¡Y yo estoy escuchando a una roja, que se denomina roja así misma. Los que hacían las torturas a las checas!».
«¿Cómo vamos a reconciliarnos con los fascistas y con una dictadura?», fue el argumento expuesto por Fallarás.
Tan fuerte fue el grado de discusión que, según cuentan a Periodista Digital, Cristina Fallarás se ausentó del plato para llorar y amenazó en directo en dos ocasiones con abandonar el plato.
–«Roja hasta la médula!»
–¡Cállese señora y deje de atacar! Igual que usted ataca le podemos atacar los demás y luego no se queje usted que le mandan amenazas»
García-Juez trató de mediar entre las dos, mientras que reprochaba a la presentadora Sonsoles Ónega de que no se podía invitar a una persona al programa para luego no dejarla hablar.
La franquista también dijo otra afirmación que cabreó a Fallarás al afirmar que tuvo a un abuelo y un tío abuelo que era militares con Franco y quería conocer la opinión de su madre:
«Imagino que ustedes, los fascistas, tienen necesidad de apelar a la vida íntima de cada persona para meterse con la vida de las demás personas. Soy periodista y lo que opine mi madre a usted le importa un pepino, e intente no nombrarla. Mi abuelo Pablo fue franquista y mi otro abuelo fue fusilado por un batallón fascista».
Mientras seguía soltando improperios contra la colaboradora a la que fue cortada el micrófono.
«Aquí no se le recuerda el pasado a nadie», dijo tajante Sonsoles Ónega.
No vaya a ser que alguien de la mesa se le ocurriera recordar el pasado del padre de la presentadora.
