Como poco, el asunto te obliga a pensar, que no es poca cosa en los tiempos que corren.
La periodista del telediario de TVE Rosa Correa ha compartido en Twitter la experiencia que vivió el pasado martes y que recoge ‘The Huffington Post’ este 25 de agosto de 2018.
Merece la pena leer todo el hilo:
Hoy me he sentado sola en una terraza de un bar. Al instante se acerca un hombre de unos 80 años y me pregunta si puede sentarse conmigo y hacerme compañía. No sabía qué hacer. 1 segundo de alucine total. Empecé a decirle que estaba bien y no necesitaba..no terminé la frase…
— Rosa Correa (@rosacorrea_tv) 21 de agosto de 2018
Su pelo blanco y su mirada me devolvió la lucidez inmediatamente. Le dije que se sentara a hacerme compañia.
— Rosa Correa (@rosacorrea_tv) 21 de agosto de 2018
Hablamos de lo mucho que le ayudaba la música, de arte, de Italia, de Dante…
— Rosa Correa (@rosacorrea_tv) 21 de agosto de 2018
Cuantos mayores solos sin nadie con quién hablar y les escuche..
— Rosa Correa (@rosacorrea_tv) 21 de agosto de 2018
Tenía razón, yo hoy necesitaba compañía, su compañía.
Dejénse acompañar por sus mayores. Se lo debemos.— Rosa Correa (@rosacorrea_tv) 21 de agosto de 2018
Cuanto nos perdemos por no soltar el móvil y levantar la vista. En la parada del bus, en el metro, en un bar…si la levantas encuentras la mirada de un mayor necesitando de escucha. Me ha pasado tantas veces… Si lo hiciésemos un par de minutos al día…que bonito sería…
— Rosa Correa (@rosacorrea_tv) 22 de agosto de 2018
El relato ha recibido centenares de comentarios y reacciones de mucha gente que ha querido también compartir reflexiones y experiencias similares a la de Rosa:
Hace unas semanas me pasó en el bus. Un trayecto de 20′ escuchando a un octogenario q iba a sus clases de baile…
El latino le costaba un poquito más. 😍😍
Maravilloso el señor.— @seoritaflores (@seoritaflores3) 22 de agosto de 2018
Totalmente de acuerdo. Cuánta falta hace que nos escuchemos más a menudo los unos a los otros. No solo oírnos por inercia de que nos funcionan las «orejas», que por una entra y por la otra sale como el viento. Escuchar con la intención de empatizar con los demás.
— Beatriz Arroyo (@BeaArroyoCom) 23 de agosto de 2018