La cosa va de hostias, que no de leches pero sí de obleas. El Programa de Ana Rosa abordaba, este martes 13 de noviembre en Telecinco, un anticipo de los asuntos a tratar por el programa de la «hermana» Cuatro En el Punto de Mira, que ha realizado un reportaje en el que se cuenta que muchos conventos en España sobreviven gracias a la fabricación artesanal de obleas que cuando se consagran se convierten en hostias.
Cuatro revela que proliferan empresas extranjeras que están acaparando el mercado y contra las que las monjas no pueden competir. Los precios de estas empresas son más competitivos y ofrecen un beneficio un 40% o 50% de beneficio a los comerciales españoles.
El programa contaba que En el punto de Mira ha cedido su equipo a la congregación que más hostias produce en España para que poder conocer el proceso de fabricación de este producto.(Desmadre en plató: Ana Rosa Quintana llama ‘gilipollas’ a Joaquín Prat y a un reportero).
En este anticipo, Ana Rosa aclaraba en directo que se trataba en este caso de «hostias» con «hache» y no sin «hache» (ostias), momento en el que era abruptamente rectificada por el ‘listillo’ Joaquín Prat quien la interrumpía en directo para decir:
«Ana Rosa en ningún caso hostia es sin ‘h’. Eso que has dicho está mal». La presentadora rebatía entonces el argumento pero Prat estaba imparable: «no, no, no hostia es con ‘h’, no existe ostia sin ‘h'».(Jorge Javier Vázquez se cuela en el despacho de Ana Rosa Quintana y provoca que Chabelita rompa a llorar).
Ana Rosa Quintana trataba entonces de justificarse «bueno, a ver coloquialmente se dice hostia sin h cuando…», sin embargo antes de terminar su argumento de nuevo era interrumpida por Joaquín Prat que reiteraba en directo, ante la estupefacción y silencio del resto de invitados en el plató, «no, no… es que eso está mal. Nunca es sin ‘h'».(Ana Rosa Quintana estalla contra Joaquín Prat: «¡me estás echando algo en cara!»).
Y la conductora del programa zanjaba la discusión danto entonces paso a un bloque publicitario… o casi zanjaba porque en el plano general que ofrecía la realización segundos antes de la publicidad se podía ver a Ana Rosa Quintana «devorando» su teléfono móvil quizás buscando el google si existía o no su ‘ostia’ sin la puñetera hache.