Compañeros de profesión de Ángel Sastre han cerrado filas en torno a él después de su polémica conexión del pasado fin de semana, donde, informando en directo de la suspensión del partido en el Monumental entre River y Boca, daba la sensación de haber intervenido en Cuatro en estado de embriaguez.
Desde entonces, el vídeo de dicha conexión se hizo viral y colocó a Sastre, un profesional muy reconocido por su trabajo en zonas de conflicto, en una incómoda situación.
Muchos telespectadores criticaron lo sucedido al entender que el corresponsal en Buenos Aires había actuado con mucha frivolidad y muy poca profesionalidad.
Sin embargo, quienes conocen bien a Sastre han salido en su defensa y han recordado el gran trabajo que desempeña y que sería injusto que se viera ensombrecido por una mancha que, sin duda, le acompañará el resto de su trayectoria.
El hilo más conmovedor, por su cercanía, era el de Antonio Pampliega. Y es que ambos saben lo que es jugársela de verdad por cumplir con el deber de informar.–El estremecedor relato de Antonio Pampliega sobre sus 299 días de cautiverio en manos de Al Qaeda—
Pampliega no lo duda y asegura que: «me veo reflejado en mi compañero. Yo, después del secuestro, también aceleré y perdí el control de mi vida. Hice cientos de cosas de las que me arrepentiré el resto de mi vida».
El reportero estalla ante los comentarios dañinos de cientos de personas hacia Sastre: «Lo sencillo es machacarlo y hundirlo. Es lo sencillo. Quedarnos con esa imagen. Ángel no está bien. Es obvio. Pero ninguno lo estamos. Porque hemos sido unos cobardes y no hemos tenido el valor suficiente de enfrentarnos cara a cara con nosotros mismos.»
Leo los comentarios de cientos de personas, dañinos, obviamente. Veo el escarnio público al que Ángel está siendo sometido. Y me da vergüenza. Y pena, muchísima pena.
— Antonio Pampliega (@APampliega) 26 de noviembre de 2018
Primero por él. Porque no es plato de gusto. Imagino cómo debe sentirse Ángel después d elo ocurrido… Pero me avergüenzo de los todos esos medios de comunicación que escriben sobre lo ocurrido. ¿Alguno habrá escrito a Ángel para preguntarle cómo está?
— Antonio Pampliega (@APampliega) 26 de noviembre de 2018
No. Por supuesto que no. Lo sencillo es machacarlo y hundirlo. Es lo sencillo. Quedarnos con esa imagen. Ángel no está bien. Es obvio. Pero ninguno lo estamos. Porque hemos sido unos cobardes y no hemos tenido el valor suficiente de enfrentarnos cara a cara con nosotros mismos.
— Antonio Pampliega (@APampliega) 26 de noviembre de 2018
Ninguno nos hemos mirado al espejo. Porque nos da miedo nuestro reflejo. Después de haber sobrevivido a un secuestro nos creímos invencibles. Hemos superado un puto secuestro. Podemos con todo. Nos creemos los reyes del mundo…
— Antonio Pampliega (@APampliega) 26 de noviembre de 2018
Un mundo que gira y gira y que nosotros no somos capaces de controlar. Porque va todo demasiado deprisa. Porque no somos conscientes del trauma que tenemos encima y que lo hemos pasado nos ha dejado marcados para siempre. Pero nosotros miramos a otro lado.
— Antonio Pampliega (@APampliega) 26 de noviembre de 2018
Huimos de aquellos que tratan de aconsejarnos para que rerornemos a la senda. Y, al final, los alejamos de nuestra vida porque molestan. A nadie le gusta escuchar cosas que le desagradan.
— Antonio Pampliega (@APampliega) 26 de noviembre de 2018
Me veo reflejado en mi compañero. Yo, después del secuestro, también aceleré y perdí el control de mi vida. Hice cientos de cosas de las que me arrepentiré el resto de mi vida. Traté a las personas que más me quieren (en especial a una) como trapos. Perdí el norte, el sur,
— Antonio Pampliega (@APampliega) 26 de noviembre de 2018
El este y el oeste. Y me quedé sólo. Vaya que si lo hice. Y comencé a dar tumbos por la vida. Hasta que un día, me di un hostion. Perdí lo más preciado que tenía por haberlo maltratado durante más de un año. Aguantó y aguantó hasta que ya no pudo más…
— Antonio Pampliega (@APampliega) 26 de noviembre de 2018
Me da pena Ángel. Muchísima. Porque Le quiero. Porque me veo reflejado en él. Porque me imagino cómo se debe sentir en un día como hoy. Me duele ver como compañeros de profesión se están cebando con él echando más gasolina a su ya de por si delicada situación.
— Antonio Pampliega (@APampliega) 26 de noviembre de 2018
Y a todos los medios de comunicación con los que Ángel colabora (@noticias_cuatro @OndaCero_es @larazon_es) escribidle. Darle cariño. Lo necesita pero no os lo pedirá nunca. Es el momento de arroparlo para que vuelva a ser él.
— Antonio Pampliega (@APampliega) 26 de noviembre de 2018
Y es que Sastre estuvo muchos meses secuestrado en Siria junto al mencionado Pampliega y José Manuel López.
Durante su secuestro, y según fuentes gubernamentales, el Ejecutivo español llevó a cabo una discreta negociación desde Turquía y Catar, aunque nunca trascendieron muchos detalles del canje.
La solidaridad de la profesión y de los admiradores de su trabajo era grande en las redes sociales y aún continúa:
@AngelMSastre no hagas caso a la jauría. Un mal día lo tiene cualquiera y un gran periodista como tú se lo puede permitir. Para lo que sea, aquí estoy. Un abrazo
— Rafael Gómez (@RafaGom) 26 de noviembre de 2018
Lo de @AngelMSastre sirve para que algunos descubran a un tipo que se la ha jugado por contar cosas, un verdadero referente, y no los que venden su ideología en tertulias. Y confirma que el periodismo es el oficio con más acomplejados por metro cuadrado, como los de las risitas.
— M. Á. Montero (@mamonterotf) 27 de noviembre de 2018
El linchamiento que está recibiendo @AngelMSastre demuestra que el periodismo también encierra lo mejor y lo peor de cada uno. Muchos ánimos Angelillo, no tienes nada que demostrar a esos carroñeros.
— Oscar de Marcos (@Oscar_de_Marcos) 27 de noviembre de 2018
Que @AngelMSastre ayer no estuvo bien es obvio pero vamos los ataques y mofas que está recibiendo me parecen fuera de lugar. Un periodista que se ha jugado la vida para contarnos los conflictos bélicos creo que se merece un poco más de respeto. Todos nos equivocamos.
— Angie (@siempreperica) 26 de noviembre de 2018
Ángel Sastre es un periodista con base en Buenos Aires que trabaja como freelance para varios medios como La Razón, Onda Cero y Cuatro.
Fue premio Larra en 2010 y lleva alrededor de nueve años viajando por Iberoamérica.
También ha realizado coberturas en otras zonas del mundo como el Sudeste Asiático y Oriente Medio.

