¿Por qué se sometió Espada a esta ordalía de la que no tenía forma alguna de escapar con bien? ¿Exceso de confianza?
«Lo que presenciamos el domingo en Cuatro fue el final de una manera de ser y de estar en el periodismo». Lo escribe Sergio del Molino este 18 de febrero de 2019 en El País en referencia a la tan cacareada expulsión de Arcadi Espada por parte de Risto Mejide en el ‘Chester’.—Escándalo en Cuatro, Risto Mejide expulsa a Arcadi Espada fuera de sí: hijo de puta—
Y en su tribuna, el publicista que va ahora de regenerador del periodismo no sale para nadie bien parado.–Arévalo llama «hijo de puta» a Arcadi Espada por su comentario sobre las personas con Down—
Según Mejide, aquello no era un juicio, pero al plató solo le faltaban los alguaciles.
El reo, además, no tenía abogado. No me estoy compadeciendo de él: el alegato de que los niños con síndrome de Down no tienen derecho a la asistencia sanitaria pública es de lo más miserable y abyecto que he leído en mucho tiempo, y la respuesta del padre que salió al plató fue impecable y ajustada.
Sin embargo, no me trago las intenciones justicieras del programa
El tremendo choque de trenes entre Arcadi Espada y Risto en el Chester: «El tramposo eres tú»
El escritor se pregunta por qué el columnista de El Mundo se prestó a ese ‘juicio’, cuyo abrupto final lleva inflando el propio Mejide desde su otro programa, el decadente ‘Todo es Mentira’, también en Cuatro:–Vasile ampara en las instalaciones de Mediaset un nuevo asalto de Risto Mejide a otro colaborador de la casa: Arcadi Espada—
¿Por qué se sometió Espada a esta ordalía de la que no tenía forma alguna de escapar con bien? ¿Exceso de confianza? Razones, quizá, no le faltaban: confieso que yo no me sentaría tranquilo en una tertulia con Arcadi.
Es un polemista olímpico capaz de retorcer las palabras del oponente y estrangularle con ellas. Pero Chester no es una tertulia y Risto no es Ana Rosa.
Finaliza Del Molino dejando a Mejide ‘El Justiciero’ a la altura del betún, algo que sus palmeros, los Marta Flich y compañía, serían incapaces de darse cuenta por sí solos.–Repugnante Cuatro: Risto y sus secuaces cruzan todas las líneas rojas contra Arcadi Espada: «¡Tonto, enfermo!»—
Arcadi es el último espécimen de una raza muy ibérica de polemista (a veces, directamente, libelista) que ha sido abatido por Risto, un ejemplar joven de otra especie nueva y vigorosa.
Señores afeitados contra viejóvenes barbudos. Propagandistas de subordinada y subjuntivo contra predicadores de oraciones simples y verbos en indicativo. Planta de caballero contra planta joven. Un relevo, en fin, cosmético, porque los escrúpulos son idénticos en ambos casos: invisibles.
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