La última edición del programa de humor que produce la productora Minoría Absoluta, ‘Polònia‘, por lo menos se molestó el 28 de febrero de 2019 en llenar de gags los 28 minutos que tiene contratado. Esto a cuento a que la semana pasada, como quien no quiere la cosa colaron un refrito de gags ya emitidos para cubrir casi la mitad del programa, que es una permisividad sorprendente en un programa producida por una productora que no le resulta precisamente barata a TV3 (es decir, al conjunto de los catalanes que la paga) con una media de seis millones de euros al año.
Esta semana empezó con el comunicado de toda la corpo de TV3 reprobando los insultos machistas de Toni Alba, actor fijo de ‘Polònia‘ y de ‘Crakovia‘, ambas de Minoría Absoluta, animando, por segunda vez, a Inés Arrimadas a dedicarse a la prostitución, profesión que a Alba para fascinarle a juzgar al número de veces que la cita en sus tuits. De ahí había cierta duda sobre qué haría ‘Polònia’, que tanto presume de ‘osada’ ante un tema que les afectaba directamente a ellos. Si el tuit en vez de escribirlo Alba lo hubiera escrito algún tertuliano de Madrid insultando en redes a alguna política catalana, le hubieran vapuleado en algún gag ridiculizador. ¿Lo harían? ¿Se atreverían a hacer algo contra Toni Alba?
Por supuesto que no. Hacer risas contra los coleguis no entra dentro de los planes del programa. Aunque, eso sí, tampoco le sacaron. Alba, que aparece con frecuencia haciendo a distintos personajes. Se ve que los guionistas han considerad que esta semana era mejor idea dejarle en el congelador. Realmente si Toni Alba, el tipo que dice que España es una banda terrorista, dejara de formar parte del equipo tampoco tendría que ser el fin del mundo. Figuras del talento de Bruno Oro y muchos otros han salido y el programa y no por ello el espacio ha decaído. Si Toni Alba quiere seguir insultando a todos los españoles – catalanes no nacionalistas incluido – y llamando prostitutas a las mujeres que no piensan sobre él, que siga, pero al menos que no siga cobrando de dinero público pagado por todos, incluido a los que insultan.
Contra ‘Al Rojo Vivo’
Por lo demás, poco más que decir, gags que siguen incluyendo la principal consigna de la casa sobre el juicio: que el tribunal trata fatal a los independentistas mientras recibe con abrazos y risas a Soraya Sáenz de Santamaría. Presentar a los fiscales del caso, desde Cadena hasta Madrigal, como si fueran monstruos racistas anti-catalanes a los que les dan arcadas sólo por pronunciar un nombre catalán y bombardear la idea de que todos los programas de televisión están contra el catalanismo. En un gag, presentaban a una Ana Rosa Quintana y a una Susanna Griso que ‘tapaban el juicio del procés’ (Griso es una de las obsesiones del programa en esta etapa).
Pero también se metieron con Antonio García Ferreras y es que ‘Polonia’ aseguró que el público de España, «los españoles» apenas están siguiendo le juicio, porque los medios nacionales no lo están dando. Lo cuál es una mentira absoluta, aparte de TV3, lo dan íntegro entre otros el Canal 24 Horas de TVE, Atresplayer, o las webs de El País, La Vanguardia, El Mundo o la Cadena SER, pero son cosas del mundo paralelo de TV3.
‘Polònia’ también aseguró que ‘Al Rojo Vivo’ sesgaba la información en contra de los acusados del ‘Proceso’ y sacó a Antonio García Ferreras en un gag cuya única «gracia» era un Ferreras que sarcásticamente decía que ería ‘plural’ porque hablaría del juicio con catalanes, pero todos antinacioanalistas: Rivera, Girauta, Dolors Montserrat y Borrell. Denunciando una supuesta parcialidad de La Sexta contra el independentismo catalán.
La cosa no es muy grata para Ferreras. ¿Se acordará de aquellos tiempos Ferreras en que él ponía a ‘Polonia’ como ejemplo de equilibrio y rara vez era que ‘Al Rojo Vivo’ en su edición de los viernes no sacara algún cacho del programa para comentarlo y darle publicidad desde La Sexta?
Hasta hubo un ‘laSexta Columna‘ dedicado a ensalzar el citado programa. Ya entonces algún tertuliano como John Muller advirtió a Ferreras de que no diera tanta cancha a un programa que utilizaba el humor, no para hacer parodias como ‘Vaya Semanita’ sino para introducir consignas Ferreras no parecía creerlo –‘Polònia’ reinventa el pactómetro de Ferreras con Errejón como gran estrella-.
Ahora ese mismo programa introducía la idea de que «todos las TV españolas están manipulando contra el Procés», e incluyendo entre ellas al programa ‘Al Rojo Vivo’. Naturalmente lo que dice TV3 es mentira, en pocos programas se ha criticado tanto a la fiscalía como en ‘Al Rojo Vivo’, pero para el discurso victimista de TV3, tienen que mentir, necesitan su mundo paralelo. Y, seguramente, Ferreras, ya no lo saque en laSexta, ni les dé publicidad como antaño. Lo peor es el daño que hace TV3 a la sociedad, con su ‘mundo paralelo’.