«Un pueblo desarmado puede ser sometido a la esclavitud en cualquier momento», dijo el secretario general de Podemos en 2012.
Salieron todos en tromba en la jornada del 20 de marzo: en ‘Al Rojo Vivo’, en ‘Espejo Público’, en ‘La Sexta Noticias’, en ‘Más Vale Tarde’ y en ‘El Intermedio’, toda la brigada sextera de Atresmedia a poner a caer de un burro a su villano del día, Santiago Abascal, el mandamás de Vox por su desafortunada defensa del uso libre de armas. También la SER y El País se sumaron a la panda de los ‘escandalizados’ por Abascal.
Especial mención merece ‘Más Vale Tarde’ donde su subdirector Carlos Hernández hice una gran exposición sobre los riesgos de la presencia de armas en hogares en los países donde había más facilidades para adquirir legalmente armas.
Su intervención sólo hace preguntarse si ‘Más Vale Tarde’ dispone de expertos en su casa capaces de dar información tan completa y verificada, ¿para qué cuernos precisan a los de NewTrola para que lean cuatro cosas recogidas de Internet? Que tiren más veces de sus recursos internos, empezando por su subdirector.
Pero lo que llama la atención de La Sexta es que el grito en el cielo que han puesto por una entrevista sobre el uso de armas, no parece que les molestara cuando quien hacía esa defensa era otro.
Transcribamos un editorial íntegro leído por el presentador estrella de aquel mítico programa denominado La Tuerka, (aquel programa que pasó de Tele K, el canal 33 y acabó aterrizando en Público.es):
«Hoy en este monologo voy a reivindicar el derecho de todos los ciudadanos americanos a llevar armas. Lo voy a reivindicar al menos en términos teóricos, establecidos por la segunda enmienda de los Estados Unidos aprobada en 1791»
«Algunos piensan que este derecho es un anacronismo que explica que adolescentes pajilleros y frustrados provoquen una matanza en su colegio porque se sienten marginados o porque la cheerleaders no les hacen caso. O que un padre de familia blanco protestante y gordo por comer crema de cacahuetes dispare desde la ventana de su casa a un negro de condición humilde porque está entrando en su propiedad. Pero estos casos, nada infrecuentes, son resultado de una sociedad enferma y nada tienen que ver con un derecho: el de portar armas, que es una de las bases de la democracia».
«Si algo sabían los patriotas americanos que expulsaron a los ingleses es que la democracia es incompatible con el monopolio de la violencia por parte del Estado, que inventó el absolutismo europeo».
«La democracia es tal si el poder está repartido. Y si la base del poder es la violencia, el pueblo no puede delegar el fundamento de la soberanía. Como cambiaron las cosas en algunos barrios de California cuando el partido de los Panteras Negras amparándose en la Constitución comenzó a defender a sus comunidades patrullando armados los barrios. Hicieron falta toneladas de drogas y mafias amparadas por el Estado para acabar con ellos».
«Como dijo Newton, un pueblo desarmado puede ser sometido a la esclavitud en cualquier momento».
Una interesante argumentación intelectual que no es Santiago Abascal, sino de Pablo Iglesias Turrión, secretario general de Podemos y entonces presentador carismático de La Tuerka.
Es una lástima que en todos los años que lleva Pablo Iglesias en política ninguna tertulia de ‘Al Rojo Vivo’ o ‘Más Vale Tarde’, le dedicara un amplio análisis a debatir su planteamiento, ni que se publicara recuadrito alguno en El País, ni que Carlos Hernández le dedicara entonces uno de sus brillantes estudios sobre las nefastas consecuencias del reparto de armas al pueblo.
Al parecer las palabras de Pablo Iglesias no causan escándalo alguno y las de Abascal sí. Y eso que a la hora rebuscar material de Fernando Paz, bien que han encontrado de todo retrocediendo hasta 9 años, pero se ve que lo de Pablo Iglesias defendiendo el uso de armas no despertó su interés.
En todo caso el uso de armas por parte de dirigentes de izquierda no es novedoso. El que fuera líder de Izquierda Unida entre 1988 y 2000 nunca ocultó que portaba siempre un arma para defenderse, una pistola que se hizo célebre en el año 2002, porque se la robaron.
En sus memorias Julio Anguita presume de que en una ocasión se cruzó con unos fachas en Madrid que le exigieron cantar el ‘Cara al Sol’, a los que Anguita respondió mostrándoles el arma y haciéndoles huir despavoridos. En esas memorias Anguita justifica que llevara siempre pistola de esta manera: «no tenía escolta y quería ser libre en mi vida privada».
Un punto en común entre Abascal, Iglesias y Anguita. No se sabe a cuál de los tres les molestará más la coincidencia. Los extremos se tocan, se decía antes, salvo en La Sexta, donde prefieren poner énfasis más a un lado que a otro.