Jaume Alonso-Cuevillas no debería ni participar en una televisión estatal como Antena3, porque si bien ya es suficiente su sola presencia para insultar a los españoles, además sus miserables palabras terminan por ser una auténtica afrenta más o menos del tamaño del golpe de Estado de octubre de 2017. La periodista que saca de quicio al abogado de Puigdemont con una pregunta lapidaria para su cliente: «¿Me lo pregunta en serio?»
Y Susanna Griso, tragando con todo con una sonrisa, sin un ápice de reacción que defienda a los espectadores de semejante insulto: asqueroso (Susanna Griso se calla como una puerta ante la más grave acusación de Roger Torrent al Estado).
Veinte minutos ha estado en Antena3 entrevistado por Griso un tío de soldadesca de Puigdemont, un tal Alonso-Crevillas, con su soflama golpista y separatista e insultos al España. Puede que sea un regalo de Griso a Abascal. Todos saben que Vox es garantía de justicia al golpista.
— Hermann Tertsch (@hermanntertsch) 26 de abril de 2019
Fue en ‘Espejo Público’ este 26 de abril de 2019 cuando este señor, Alonso-Cuevillas, abogado del cobarde y fugado Puigdemont y candidato al Congreso por Girona de JuntsxCat (al que entrará y cuyo sueldo pagaremos todos los españoles), se paseó bien a gusto a decir todo tipo de barrabasadas cargadas de chulería, ante la pasividad de la entrevistadora.
Voy a llegar al Congreso seguro y nuestro papel va a ser el de intentar desbloquear la situación: España debe entender que si no se soluciona el conflicto con Cataluña tiene un problema muy grave. Nos mantenemos fieles al mandato del 1-O y no haremos ningún tipo de acuerdo ni investidura que no pase por ningún reconocimiento explícito al derecho a la autodeterminación.
Yo les pediré que respiren hondo, porque entiendo que les costará que entren en eso con los medios y la opinión pública en España donde Cataluña es el enemigo a batir y Puigdemont el diablo, pero lo tendrán que entender con calma.
Y Griso en silencio, sonrisas y preguntas y ni un solo palo ante tal saco de sandeces.
La independencia no es imposible, es imparable. Estamos en un laberinto que es España y la única salida es marchar. Si tan malos somos, que nos dejen marchar y mejor para todos. […] No podemos vivir en este Estado autoritario y demofóbico, en el que la última propuesta para Cataluña es la represión.
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