Mi tono no es agresivo, pero mis preguntas procuran ser comprometidas e incómodas
Rubén Amón le brinda un generoso espacio en el diario El País a Jordi Évole, aún de actualidad por su sorprendente despedida de ‘Salvados‘, para mayor gloria del grupo Atresmedia, donde el propio Amón es colaborador habitual pues interviene en las tertulias de Onda Cero y ‘Espejo Público’ (Antena3).–Un lamentable Jordi Évole saca la cara por Zapatero y echa la culpa a la oposición a Maduro del caos en Venezuela—
Amón, en un texto titulado ‘Jordi Évole: el triunfo del presentador incómodo’ habla de la despedida de Évole de ‘Salvados’, el programa de laSexta que a partir de ahora continuará con Gonzo como presentador:–La cara de luto que se les queda a Otegi, Maduro e Iglesias: Jordi Évole da la espantada de ‘Salvados’—
Tuvo que refugiarse en el cuarto de baño nada más terminar la entrevista al Papa. Rompió a llorar como remedio a las tensiones y a la sugestión vaticana. Sabía -y no lo dijo- que se había terminado la experiencia de Salvados.
Amón se afana en limpiar el buen nombre de Évole ante las críticas que le arrearon fuerte por haber entrevistado a lo largo de su trayectoria a etarras como Arnaldo Otegi o por su decepcionante entrevista al sátrapa venezolano Nicolás Maduro.—‘Zasca’ a Jordi Évole por celebrar los resultados del PSOE: «Así puedes entrevistar a más dictadores»—
En palabras del periodista de El País: «Le resulta frustrante no haber podido entrevistar a José María Aznar y le desconcierta que sus abundantes detractores le hayan acusado de haber blanqueado a personajes de trayectoria abyecta, cuando no criminal».–Las redes retratan a Évole por atacar a Pablo Casado y justificar al socialista Eguiguren, condenado por maltrato: «Para bajeza, tu periodismo»—
Y recoge el testimonio del propio Évole en este sentido:
«La obligación periodística consiste en exponerte a las cosas que te gustan y a las que no te gustan. Y entrevistar a personajes oscuros, a delincuentes, a demonios, en absoluto significa empatizar con ellos. Mi tono no es agresivo, pero mis preguntas procuran ser comprometidas e incómodas. Nunca he blanqueado a nadie. Ni lo pienso hacer en el futuro».
.