GENTE DE LA TELE

Los nuevos ‘cuernos’ de María Lapiedra a Gustavo González son un montaje para hacer caja

Tras la supuesta infidelidad de María Lapiedra con un amigo de Gustavo está la impresiosa necesidad de la pareja de volver al foco mediático…

Los nuevos 'cuernos' de María Lapiedra a Gustavo González son un montaje para hacer caja
María Lapiedra y Gustavo González. EP

Todo vale si el objetivo es hacer caja (A los antiguos vecinos de Gustavo González no les gusta María Lapiedra: «Es una guarra»).

Los ‘cuernos’ de María Lapiedra a Gustavo González con un amigo del fotógrafo en Lanzarote han llenado horas de televisión en los últimos días (Mila Ximemez «detesta al personajillo» de María Lapiedra y Gustavo le produce «desprecio»).

En sus intervenciones, tanto Gustavo como María se han mostrado molestos con esta información. Sin embargo, la pareja podría no estar tan disgustada como dicen y, según cuentan fuentes de su entorno a Lecturas, este escándalo podría ser un montaje de ambos…

¿El motivo? El contrato de Gustavo con la productora del programa en el que colabora llegará pronto a su fin. El fotógrafo necesita volver a generar interés y sabe que su relación con María, polémica desde sus inicios, cuando Gustavo estaba casado con la madre de sus cuatro hijos, le puede mantener en el candelero.

Una infidelidad en duda

Fue en este programa en el que soltaron la primicia: varios testigos aseguraban haber visto a la novia de Gustavo «morreándose» con un «señor bajito, gordito, calvo y con un polo blanco», que le tocaba «todo» y que había fotos que lo probaban.

La noticia cayó como agua de mayo sobre el programa, que encontró un suculento contenido. Se especuló que la relación de María y Gustavo podría estar en la cuerda floja y ella misma, rauda, entró por vía telefónica a desmentir que estuviera siendo infiel.

«¿Estáis locos?», repetía una y otra vez.

«Sólo estábamos tomando algo, ¿qué pasa, que no puedo ir a tomar algo con nadie? Ya os gustaría que cortásemos para que pudieseis hacer un show, pero yo amo a Gustavo y estamos muy enamorados».

Al parecer, María había viajado hasta Lanzarote para realizar un bolo en la sala de un amigo de Gustavo, que resultó ser el señor «bajito, gordito, calvo y con un polo blanco» con el que se la había visto en actitud más que cariñosa.

Gustavo confirmó que se trataba de un amigo suyo tras ver las imágenes de su novia. Para el fotógrafo, que había llegado a asegurar:

«Si me ponen una foto de María con otro, la dejo», no hay resquicio de infidelidad.

Según nuestras fuentes, lejos de poner en riesgo su ‘apaño’, el supuesto affaire de María está ayudando a la pareja a potenciar sus apariciones televisivas, que en los últimos meses se habían visto reducidas.

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