TERREMOTO MEDIÁTICO

Pánico en Mediaset: la semana catastrófica que demuestra que Vasile fulmina Cuatro

Pánico en Mediaset: la semana catastrófica que demuestra que Vasile fulmina Cuatro
Javier Ruiz en las "desaparecidas" Mañanas de Cuatro.

Este domingo se cierra una semana de infarto para Mediaset. El arranque en Cuatro del «nuevo modelo» televisivo de su segundo canal, que no es otro que cargarse de un plumazo sus informativos, había provocado muchísimos nervios en la planta noble de la cadena de Fuencarral que iba a estar más pendiente que nunca de los audímetros (Monumental batacazo de ‘Cuatro al día’ en su estreno).

Paolo Vasile sabía que se jugaba mucho en este nuevo intento por reflotar Cuatro y estaba totalmente convencido de que la nueva fórmula del entretenimiento se iba a imponer frente a la apuesta informativa, con la ayuda también del ‘gran’ estreno de la temporada bautizado Cuatro al día, programa en manos de Carme Chaparro (Catástrofe en Mediaset: la pifia de Vasile costará cientos de empleos y ‘cerrará’ Cuatro).

Y el resultado ha sido, sin ninguna duda, catastrófico. La segunda cadena de Mediaset se desmorona y el ‘gran’ estreno de Chaparro se ha desplomado por debajo del 2% de cuota de pantalla con cifras de telespectadores que han pasado de lo meramente testimonial a lo irrisorio y ridículo (El problemón que tienen Paolo Vasile y Carme Chaparro en Cuatro: ‘Cuatro al día’ tiene una flagrante falta de identidad).

Lógicamente, el pésimo share de Cuatro al día y el desmantelamiento del referente informativo de la cadena (sobre todo en contraste con la sólida apuesta informativa de su principal competidor, laSexta) ha lastrado al resto de programas y la cadena literalmente se ha hundido en cuota de pantalla.

«Gracias», dicho entre comillas sí, a las decisiones de Vasile la segunda cadena de Mediaset ha tenido la peor semana de su historia, tal y como ha contrastado Periodista Digital. Un desplome que ha afectado a todas las franjas horarias, pero que ha sido más acusado en la sobremesa, en la tarde y en el late night. Ni un 4% de cuota de pantalla.

Con estos datos, Cuatro queda fuera del circuito de las grandes cadenas privadas y arroja la toalla de la competición para quedarse en una oferta más de la «segunda división b», las TDT. Lo peor de todo es que entre los trabajadores se extiende el temor del ERE, de las externalizaciones y de los despidos masivos.

Un ejemplo de desastrosa gestión. La pregunta ahora es: ¿cuánto va a durar Cuatro al día? Si todavía permanece en parrilla es con el único criterio de evitar verbalizar el enésimo fracaso, este catastrófico, de Paolo Vasile.

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