Pasadas 48 horas del programa de ‘Salvados’ sobre si los medios de comunicación calatanes están dando informaciones en un mundo paralelo en comparación a los medios de comunicación de ámbito estatal, han salido los independentistas a llorar porque dicen que se maltrató a Mónica Terribas.
No cabía esperar otra cosa en quienes han hecho del victimismo su profesión habitual. Trascurrido una jornada entera para reflexionar se pueden establecer algunas conclusiones de aquel programa en el que, salvo una, todos trataron de jugar al equidistante:
1 – ¿Tienen noción de lo que es una televisión pública? ¿Se lo recordaron?
En el empalagoso cruce de elogios que se intercambiaron unos a otros, Antonio García Ferreras, Mónica Terribas, Josep Cuní, Lidia Heredia y el hombre invisible de Antena 3, diciendo que cada periodista tenía su punto de vista y cada medio tenía su línea… ¡¿Nadie podía haber recordado que TV3 y Catalunya Radio son medios PÚBLICOS mientras que La Sexta y Antena 3 TV son PRIVADOS? Porque absolutamente todos los medios tienen un compromiso con la verdad, perfecto, pero en teoría los públicos deberían tener, además, otro compromiso: el del equilibrio por aquello de que lo pagan todos. Ferreras hizo dos amagos de decirlo, pero en ambos se quedó a mitad.
Ver a Josep Cuní alegando para defender a las colegas indepes presentes que no se puede criticar a TV3 y a Catalunya Radio, porque los catalanes pueden acceder a otros medios es ignorar que tienen la obligación de intentar representar a todos los catalanes. ¿Se imaginan a un directivo de TVE que para justificar su sesgo dijera que no hay problema porque la tele pública sólo la ve un 14% de share y existen otros canales? Eso es algo que sólo hacen en TV3.
Fue precisamente en el programa de Lidia Heredia en el que se quemó un ejemplar de la Constitución española ¿O lo ha olvidado? ¿Cree Heredia que un catalán que vote a Ciudadanos o al PPC puede sentirse cómodo viendo su ‘Els Matins’ con una colaboradora fija como Empar Moliner? ¿Cree que podría ver ‘Tot es Mou’ con una colaboradores fijos como Pilar Rahola con Antoni Bassas? ¿No les preocupa eso a Heredia o a Terribas o es que no consideran catalanes a los que votan a Ciudadanos o al PPC?
2 – La mala excusa de Jordi Basté
Fue el gran ausente fue Jordi Basté, el locutor estrella de RAC1. No era casualidad que Jordi Évole colara una intro con Mar Poyatos cuya única misión parecía ser permitirle a Évole recordar que era RAC1 (y no Catalunya Radio) la emisora más escuchada de Cataluña. (Hace bien en decirlo porque también está en su nómina).
Basté no fue. Évole mencionó que algún «amigo» al que había invitado había rechazado ir, y los presentes sabían que se refería a Basté.
Y lo mejor (o lo peor) es que escribe una columna en La Vanguardia para explicar su rechazo a ir a ‘Salvados’ dando una de las peores excusas leídas para este tipo de menesteres: «Por agenda me fui imposible y además nunca vi muy clara mi presencia». O una de dos, o era problema de agenda o era porque no lo veía. Pinta más lo segundo, Basté no ‘se veía’ presentado como ‘una parte’ o ‘un bando’ en el ecosistema mediático.
Él gusta más colocarse en el papel de árbitro, en la cómoda falsa equidistancia, que es mucho más útil para insertar consignas parezca que vienen lanzadas desde ‘el sentido común’, cuando no dejan de ser posiciones de parte.
¿O se olvida Basté que en su programa RAC1 se ha dedicado a decir cosas tan conciliadoras estos últimos años como informar a sus oyentes de ‘cuánto dinero pierden’ cada hora que Cataluña permanece en España. Pero ejercer de árbitro buenista a falta de Basté, estaba Cuní (ese que dijo un día a dos tertulianos que se insultaban que ‘no se comportaran como en un tele española’).
A efectos prácticos lo más relevante que hizo Cuní en ‘Salvados’ fue reivindicar a Jeremy Paxman, de la BBC, y considerar que montar el show de hacer 14 veces la misma pregunta para ridiculizar al político Howard de turno era el periodismo auténtico (Ana Pastor estaría de acuerdo con él). Terribas lo hubiera estado hasta la emisión de aquel programa.
3 – La caballería de Terribas
Es enternecedor ver que Terribas ha contado con la caballería de la corpo indepe. Ahí ha estado el diario Ara, del que Terribas fue fundadora y accionista (como la mitad de las estrellas indepes de TV3), donde se criticaba el programa de ‘Salvados’ diciendo que «Fue un programa en el que Atresmedia Corporación fiscalizaba los medios públicos catalanes».
Cuando ‘Salvados’ hizo un programa denunciando ‘La Operación Cataluña’ y como ‘El Mundo’, según Monedero, Otero y Xavier Trias manipulaba haciéndole pasar un mal rato a Casimiro García-Abadillo ahí presente, entonces no se recuerda a Mónica Planas reprochándoselo.
Atención a la ‘descripción’ del programa según Ara:
«El Salvados pareció una trampa premeditada del que ella no salió muy bien. Évole le reprochó un editorial, lo llevó al terreno personal, le soltó un ‘Joder’ con cierto desprecio a una evasiva, cuestionó con una incomprensible mala documentación el papel del Consejo Profesional y, para acabarlo de rematar, el programa se acabó con un moco de Évole a Terribas como final apoteósico. Un trato desigual».
¡Hala! Terribas ya tiene un hombre sobre el que llorar. En realidad dos, ahí estado también el digital de José Antich, para decir que los de La Sexta fueron ‘a traición’ contra Terribas «de la manera más cobarde» (Sic). La nota finalizaba diciendo que puede que Évole tenga al Papa Francisco la semana que viene pero que ‘el sumo pontífice’ era Ferreras. Y aderezaba todo con tuits de gente insultando a Ferreras para que si Terribas lo lee se anime un poco.
4 – El favor que Terribas y sus amigos no pillaron
Lo sorprendente es que para ser tan maltratada como dice que fue en ‘Salvados’ no se dio cuenta del buen trato que tuvo. No se escuchó A NADIE de los presentes después de recuperarse el audio en el que se escuchaba perfectamente a Terribas MENTIR diciendo desde una radio PÚBLICA que los catalanes ya eran CIUDADANOS DE LA REPÚBLICA CATALANA INDEPENDIENTE legitimando una ilegalidad.
No dijo aquel día Terribas «según Puigdemont, según Forcadell o según Junqueras dicen que somos independientes», no, lo legitimó en antena, hizo su propia proclamación desde una radio que, en teoría, debía ser de todos los catalanes. Y el favor que Évole la estaba haciendo fue que en vez de preguntarla «¿cómo pudiste mentir tanto?» le venía a preguntar «¿Cómo te dejaste engañar?». Como sí Terribas fuera una pobre independentista ingenua que creyó que iba en serio el tema. Y en vez de notar el favor se enchinó.
Terribas soltó una genuina parida de que lo que dijo no era mentira porque lo dijo minutos antes de que entrara en vigor del 155. ¿Qué quiere decir? ¿Que aquel viernes 27 de octubre de 2017 entre los minutos que trascurrieron desde que se proclama la DUI y el momento en que entra en vigor el 155 ella sigue considerando que existió un Estado independiente de Cataluña?
¿Consideraba en serio Terribas que la independencia fue real porque lo proclamara un parlamento con menos diputados que los que se necesitaban para modificar un Estatuto? Una chorrada que nadie de los presentes, ni el hombre invisible de Antena 3, le reprocharon. Y todavía se siente maltratada.
5 – Lidia Heredia y Mónica Terribas no ven TV3
Una de las cosas que critica Ara es que Ferreras demuestra con sus críticas a TV3, que no ve TV3, exactamente lo mismo que dijo Lidia Heredia durante el ‘Salvados’ mientras Terribas asentía. A pesar de que cuando Ferreras denunciaba la táctica de sacar zappeos como representante de «las opiniones de España» al más radical que encuentren era una descripción perfecta del programa ‘APM!’ de TV3.
Pero escuchando a Heredia y Terribas lo que no quedó claro es si la ven ellas. Cuando Ferreras negó que el tribunal fuera de extrema derecha o el juicio tuviera la sentencia ya escrita, ambas parecieron indignadas.
Terribas llegó a decir que nadie en TV3 había dicho tamaña cosa y Heredia aseguró que si alguien había criticado al Tribunal en TV3 habría sido siempre con alguien a su lado negándoselo para hacer el contrapunto. Claro, claro. Y lo dicen 24 horas después de que ‘Preguntes Frequents’ de TV3 hiciera un especial el sábado para machacar al juez Marchena en el que se sucedieron los testimonios de un periodista inglés tan objetivo que el 1-O estaba en las manis indepes, Santiago Vidal, con Benet Salellas, Ramón Seto y Miquel Samper, todos en la línea de que el juicio era una farsa. ¡Cuánta pluralidad!
Si tienen tiempo Heredia y Terribas, pueden echar un vistazo a la sección de Pilar Rahola en ‘Tot es Mou’ cuando se enteró de la composición del tribunal (está en la web de TV3), ver si tenía o no a alguien al lado para dar un contrapunto o no, y después decirnos quién ve y quién no ve TV3.
6 – Ferreras ajustó cuentas con Roures dos semanas después
Ha tardado dos semanas en hacerlo fue el fin de semana del 10 de marzo durante un acto de – cómo no – la independentista ANC en el que Jaume Roures que sigue siendo titular de un relevante paquete de acciones de Atresmedia (minoritario, pero que no deja de ser el tercero, después de Planeta – De Agostini y Bertelsmann) en el que acusó abiertamente a El País (siempre le cae algo a PRISA) y a Antonio García Ferreras de tener un discurso engaño en el que simulaba defender las libertades cuando en realidad estaba blanqueando la represión contra el Estado por mucho menos a Cebrián le estuvieron vapuleando en ‘Intermedios’ y ‘Al Rojos’ durante varios días, pero Roures es (o era) amiguete y se contuvieron.
Ferreras aprovechó el ‘Salvados’ para meterle una patada a su accionista, aunque para hacerlo en la equidistancia obsesiva que tiene ‘Salvados’ le metió otra Federico Jiménez Losantos para equilibrar «dos sectarios». ¿Responderá Roures? ¿Se verá al pro-chino Roures (pro-chino, al menos por el dinero chino que nutre sus arcas) sentado en el plató de ‘Al Rojo’?
Al que desde luego Ferreras tiene ganas de ver en su plató es a Jordi Cuixart. El amor que les despierta este personaje a Niergas, Ferreras y Évoles es incuestionable.
7 – ¿Antena 3 TV y La Sexta tienen distintos dueños?
Lo malo de la equidistancia es que de tanto reiterar llegó al absurdo cuando Ferreras dijo que igual que Antena 3 tenía derecho a tener jefes liberal-conservadores, La Sexta tenía derecho a tener jefes de centro-progresista y entonces todos quedarían alucinados porque, hasta donde sabemos el operador de televisión que genera ambos canales es el mismo y sólo tiene un consejo de administración, un presidente y un CEO, que coincide que es el mismo.
Lo malo de Ferreras es que de tanto disimular les va a dar esquizofrenia. Se hizo tal cacao el hombre que un momento se le escapó decir prácticamente que La Sexta era de izquierdas porque él lo era. Es loable que un medio progresista acepte reconocer que es de izquierdas (El País nunca lo hizo en 30 años aunque sus enemigos le etiquetaron como tal), pero por otro lado asusta la identificación de una cadena con una persona.
8 – ¿Por qué no fue Griso en lugar del hombre invisible Vallés?
Queda por resolver porque el representante de Antena 3, quien en otras ocasiones ha ejercido de brillante periodista en ‘Salvados’ apareció como un hombre invisible y ni siquiera intentó defender el papel de su cadena cuando Ferreras le escupió en la cara que La Sexta «fue el único canal» que sacó las cargas policiales.
Évole criticaba a TV3 de estar en un «monotema». «Bueno, pero eso es normal», se apresuraba el hombre invisible. Se hablaba de sesgo en TV3 y el hombre invisible decía que cada cual tenía el suyo (olvidando que TV3 es pública). Estaba más preocupado en que no se incomodaran las invitadas catalanas que en defender a la cadena a la que representaba.
Y sobre Ferreras no se sabe si era miedo de faltar a quien tenía más poder que él, o a romper el papel equidistante que deseaban todos los ahí presentes menos Terribas, que aceptó hacer de ‘malota’ para permitir que sus coleguis Heredia y Cuní quedaran de ‘guays’.
¿Para eso no hubiera sido mejor llevar a Griso, que sabe lo que es ser zurrada en las redes por independentistas y anti-independentistas? Griso también hubiera querido colocarse en la cómoda equidistancia, pero al menos hubiera dado más juego que Vallés.