Hay personas a las que el paso del tiempo les sienta muy bien, Lydia Lozano es una de ellas.
Por fuera, aunque no por dentro.
Estamos acostumbrados a ver durante años un look muy concreto con el que la periodista de Telecinco se siente muy identificada pese a quien pese, pero hay fotos que demuestran lo contrario, según esdiario.
Tienen muy buen rollo entre ambos, pero algo le pasa al programa Cazamariposas con la colaboradora de Sálvame Lydia Lozano.
No es la primera vez que entre bromas y veras, el formato de corazón de Divinity repasa con lupa el de devenir de la periodista de Telecinco y ahora ha vuelto hacerlo indagando en su pasado para comprobar el radical cambio físico que ha experimentado Lozano desde sus comienzos en la televisión.
Corría 1990 cuando José Luis Coll presentaba en el plató de Hablando se entiende la gente a una desconocida Lydia Lozano.
Era una de sus primeras apariciones tele. Sin sus características mechas rubio platino y sin pelo cardado, pero con el mismo desparpajo del que ha hecho gala a lo largo de su carrera, aparecía en plató una jovencísima periodista que ya apuntaba maneras.
