Este sábado 18 de mayo de 2019 se celebrará Tel Aviv la final del festival de Eurovisión, posiblemente la más abierta de los últimos años. No hay un claro favorito mientras que Miki Núñez y su ‘Venda’ no están creando demasiado ruido. Continúa así la maldición de España en el certamen.
CINCUENTA AÑOS DE FRACASOS
Fue el 29 de marzo de 1969 cuando Salomé puso en pie al Teatro Real de Madrid con su mítico ‘Vivo cantando’. La cantante hizo historia por partida doble. Era la primera vez que un país ganaba Eurovisión dos años consecutivos– Massiel lo había conseguido con la incónica ‘La la la’ en la edición anterior -.
Además, Salomé tuvo que compartir el primer puesto con Países Bajos, Reino Unido y Francia. Fue la primera vez que hubo empate en el Festival, algo que no ha vuelto a ocurrir puesto que la organización cambió el método de votación.
Y con Salomé se nos acabaron los grandes momentos en ‘Eurovisión’. En este 2019 se cumplen 50 años en los que España no ha conseguido el premio grande y 25 sin estar dentro del top 5. Medio siglo de contados despuntes y muchos fracasos.
Por el certamen pasado nombres tan importantes de nuestra música como Julio Iglesias, Karina , Mocedades , Betty Misiego o Sergio Dalma. En el otro lado de la balanza, hemos asistido a batacazos históricos como los de Remedios Amaya, Lidia o Manel Navarro entre otros muchos.
Eurovisión es para muchos una pasión, casi una religión. Para otros es un espectáculo que ha derivado hacia el esperpento más ridículo y luego están los que lo ven como un entretenimiento de primer orden y punto.
Últimamente, España no ha acertado en la selección tanto de canciones como de artistas. Ya no se apuesta por las grandes figuras, se da la oportunidad a los nuevos y se ha aprovechado el renacimiento de ‘Operación triunfo’ como cantera .
¿MIKI TIENE POSIBILIDADES?
Este año, el ‘triunfito’ Miki Núñez representará a España con ‘La Venda’, un tema que, al menos, es bailable y pegadizo. Como nadie tiene el secreto del éxito y para gustos los colores, nos tenemos que guiar por las casas de apuestas para saber qué va a ocurrir este año.
Miki tiene una ventaja. Va a cantar el último. Eso siempre es bueno. El público, al votar, va a recordar antes su tema que cualquiera de los primeros. Y por lo que se ha visto en los ensayos y en las semifinales, el chico lo da todo y, por fin, TVE ha creado una puesta en escena digna.
Lo malo es que Miki actuará justo detrás de Australia, que lleva una puesta en escena sencillamente espectacular. ¿Esto hará que al público le sepa a poco la actuación de nuestro triunfito?
De momento, el holandés Duncan Laurence es el gran favorito pero no hay nada claro. También suenan con mucha fuerza Suecia, Suiza y Rusia.
¿Qué ocurrirá? Nadie lo sabe y eso es lo bueno. Lo que sí se puede adelantar es que seguramente no rompamos la maldición de los 50 años pero, con un poco de suerte, Miki no hará el ridículo. Algo es algo.