El fallecimiento de la popular periodista televisiva británica Caroline Flack a la temprana edad de 40 años ha estremecido a todo Reino Unido, donde era querida y respetada por millones de personas.
Flack, que fue encontrada sin vida en su apartamento de Londres el pasado sábado 15 de febrero de 2020, conducía la versión inglesa de ‘La isla de las tentaciones’ (‘Love island’) y era copresentadora de ‘The X Factor’. Tras romper su vínculo con el cantante y compositor Harry Styles, mantenía una relación sentimental con el extenista Lewis Burton y, pese a la denuncia que él le interpuso por agresión, el duplo no dudó en darse otra oportunidad.
«Mi corazón está roto, teníamos algo muy especial. Me faltan las palabras, tengo tanto dolor y te echo tanto de menos. Sé que te sentías segura conmigo, siempre lo decías. No pienso en nada más cuando estoy contigo y no podía estar allí esta vez y me sigo haciendo preguntas y preguntas», escribió Burton en su perfil de Instagram en un texto que acompaña a una tierna instantánea de ambos en la playa.
Un letrado de sus cercanos señaló el suicidio como motivo principal de la muerte, pero, por el momento, no se descarta ninguna posibilidad.
Una funesta noticia que, según apuntan desde la prensa británica, se suma a la serie de tragedias que el reality se ha visto obligado a contemplar en los últimos veinte meses. El futbolista grecochipriota Michael Thalassitis participó en el mencionado show de entretenimiento en 2017, pero su sueño televisivo se truncó el 15 de marzo de 2019, cuando le encontraron ahorcado a sus 26 años. Aunque quienes le conocieron revelan que tenía problemas económicos y personales, aquella información sucedía a otro suicidio anterior: el de la modelo inglesa y gerente de marketing Sophie Gradon, concursante de ‘Love island’ en 2016. Fue veinte días después cuando su novio, Aaron Armstrong, acabó con su vida al verse incapaz de superarlo.
Las desgracias no cesan para el formato que, en principio, tiene a la seducción por protagonista y ya son muchos quienes han bautizado esta coyuntura como «la maldición de ‘La isla de las tentaciones'».