Ha sido venir el primer zambombazo del coronavirus, con la paralización de la actividad económica y, por ende, de la caída de la publicidad y las televisiones comerciales ya se han puesto a temblar y a sacar su lado más pedigüeño.
Porque, aunque es verdad que la crisis económica que se avecina por mor de la pandemia va a tener efectos devastadores, no menos cierto es que determinadas televisiones como las de duopolio de Atresmedia y Mediaset han nadado hasta la fecha en la abundancia y no están dispuestas a hacer un ejercicio de recortarse sus sueldazos, pluses y demás pastizal por objetivos.
Por lo pronto, la Unión de Televisiones Comerciales en Abierto (UTECA) ha pedido al Gobierno ayudas urgentes ante la drástica caída de la inversión publicitaria que se está registrando como consecuencia de la paralización de la actividad económica por la epidemia del coronavirus.
Las cadenas comerciales señalan la paradoja que vive el sector durante esta crisis sanitaria, con un crecimiento sostenido del consumo televisivo del 40%, superando las cinco horas por persona, pero con una alarmante caída de la inversión publicitaria. El descenso de la inversión supera el 45% desde que se decretó el confinamiento.
SUBVENCIONES, BONFICACIONES EN CUOTAS SEGURIDAD SOCIAL…Y UN PERRITO PILOTO
Entre las medidas solicitadas, proponen la realización de campañas publicitarias por parte de gobiernos e instituciones públicas, bonificaciones en las cuotas de la Seguridad Social y ayudas para subvencionar parte del coste que supone llevar la cobertura de la señal de la TDT a toda la población.
Lo que aviesamente ocultan cadenas como Antena 3, Telecinco, Cuatro o laSexta son los sueldazos que tienen algunas de sus principales estrellas, presentadores de la talla de Jorge Javier Vázquez, Pablo Motos, Risto Mejide, Ana Pastor, Ferreras o Wyoming, que perciben cantidades en algunos casos astronómicas.
Pero incluso, más allá de que esos periodistas se lo lleven calentito a fin de mes, ya que al menos se lo curran llevando el peso de los programas que presentan o dirigen, peor es lo de los directos, los Bardají, Vasile, Casals, González y demás tropa de un duopolio que no quiere renunciar a sus canonjías ni tirar de las reservas acumuladas a lo largo de estos últimos años.
La propuesta de estas cadenas supone, para empezar, que se deje en manos de Pedro Sánchez la capacidad de ser o no dadivoso con las televisiones.
Y a nadie se le escapa que la ‘generosidad’ del presidente del Gobierno tiene trampa, y de las gordas’. Ese dinero va a servir para comprar los silencios o lograr muy suaves críticas a la acción de su gabinete durante esta crisis del COVID-19.
¿Creen ustedes que Antonio García Ferreras o Pablo Motos van a lanzarse a la yugular de La Moncloa si Pedro Sánchez riega con millones a estas televisiones?
¿Y DE DÓNDE SALE TODO ESE PARNÉ?
Por supuesto, tampoco esperen que ese dinero salga de la nada. Como todo en la vida, las cosas están contadas, tasadas si se quiere decir de otra manera.
Esa pasta saldrá de los Presupuestos de todos los españoles y ya tendría su aquel que en plena dificultad para tener vacunas, respiradores, mascarillas o medicamentos para luchar contra el coronavirus, se priorizase salvar el trasero de los bien pagados directivos de las grandes televisiones del duopolio y, de rebote, de sus principales estrellas.
