Ser la reina de las mañanas en Telecinco no es tarea fácil. La labor que Ana Rosa Quintana desarrolla en la pequeña pantalla en plena cuarentena por la crisis del coronavirus es tan laudable que no sorprende que, durante el mes de marzo, haya anotado máximos de audiencia, siendo ‘El programa de AR’ el espacio líder de la parrilla (y llegando incluso a alcanzar su mejor marca de los últimos trece años con una audiencia de 1.279.000 espectadores).
Su naturalidad, carácter y pronunciada personalidad hacen de ella una conductora perfecta; y lo es porque en todo momento expone sus ideas y reflexiones con suma transparencia. La última coyuntura en la que ha hecho gala de ello ocurrió durante la emisión del lunes 6 de abril de 2020 cuando, en una conexión desde la Font d’en Carròs (Valencia), su alcalde narraba la historia de un vecino que fue sancionado por acudir al supermercado a comprar un paquete de salchichas, chocolate y un refresco, desplazarse «varias veces a por tabaco» y «salir de su área para sacar al perro».
La «propuesta de multa» está estimada en 601 euros y, en palabras de la propia Ana Rosa, es «una pasada», puesto que «hay gente que vive sola y que no tiene mucho consumo» y una compra así es «bastante normal».
Tal y como sentenció el reportero, «la polémica está servida» entre quienes consideran esto un bien de primera necesidad y los que tienen en cuenta estas conductas como una excusa para saltarse el confinamiento y sobreexponerse.