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El Gobierno está preparando la fase de desescalada para el momento en el que se levante el estado de alarma. Será este 24 de abril de 2020 cuando el Ejecutivo comience a escuchar las propuestas de las comunidades autónomas para consensuar los criterios y marcadores en esta transición. Desde el comité de expertos que encabeza la vicepresidenta cuarta del Gobierno, Teresa Ribera, aseguran que de momento todo son «propuestas» y que no hay nada decidido aún.
La consellera de Salud de la Comunidad Valenciana, Ana Barceló, que forma parte de este «comité de desescalada» asegura que esta fase debería ser asimétrica dependiendo de las particularidades de cada comunidad, así lo ha explicado este 24 de abril de 2020 en ‘Espejo Público’ (Antena 3).
«Estamos manteniendo reuniones con todo el sector de la hostelería para estudiar junto con Salud Pública cuáles son las medidas que se deben de adoptar en el momento en el que empiece el desescalamiento. Tenemos que tener en cuenta que los aforos de cada establecimiento son muy distintos y por tanto, tenemos que estudiar todos los escenarios y todos los espacios«
Barceló ha querido ser prudente y no ha fijado una fecha de reapertura de establecimientos «no me atrevo», ha confesado. «Vamos a ver a partir del 10 de mayo qué pasa, está en el aire«, ha insistido. En cuanto a la vuelta a los colegios, reconoce que en la Comunidad Valenciana no se han planteado la vuelta al colegio antes de las vacaciones.
Por lo que respecta a los actos multitudinarios, considera que es importante ver cómo de fuerte está el sistema sanitario y analizar si las normas de comportamiento social han sido asimiladas entre los ciudadanos. «Es muy pronto pensar que en septiembre u octubre vamos a poder darnos abrazos o romper la distancia social. El kilómetro de distancia que exigimos lo mide la responsabilidad de los ciudadanos», matiza.
La consellera de Salud de la Comunidad Valenciana se ha sumado a la autocrítica de Ximo Puig que ha reconocido haberse visto superado ante la falta de material sanitario afirmando que esto había sido «un tsunami» que les había sobrepasado.
«Nadie podía adivinar la magnitud de esta pandemia y que nos encontraríamos con tantos millones de personas confinadas, con un ejercicio de humildad que es admirable»