Risto Mejide llevaba unas semanas que ni él lo creía. La audiencia de su programa fake, Todo es Mentira, había repuntado ligeramente casi tanto como para salir de lo residual.
En Mediaset querían reflotar su Titanic particular y habían puesto toda la carne en al asador, tanto que Jorge Javier Vázquez interrumpía su telebasura de Sálvame en Telecinco para conectar con la telebasura de Mejide en Cuatro. Todo con la intención de arañar más décimas de share.
Cierto es que su programa había conseguido más tirón aupándose a un poco más de un 6% de cuota, pero ahora sabemos que esa ligera subida de audiencia no era acierto propio sino más bien por la falta de competencia directa en su franja ya que Atresmedia había suprimido temporalmente las emisiones en laSexta de Zapeando, el programa de Dani Mateo que le moja la oreja a diario al publicista catalán.
Y este lunes 27 de abril Risto Mejide tiene que marcarlo en negro en su particular calendario de fracasos: regresaba a la pantalla Zapeando, después de un mes de ausencia, y se enfrentaba a un dilema ¿su aumento de audiencia era coyuntural dada la falta de su competencia directa?
Para intentar evitar la catástrofe, Mejide y sus compinches invitaron al programa a la sensación del momento, el periodista Alfonso Merlos y su lío de faldas conocido ya como el Merlosplace. Pero ni con esas… Frank Blanco le sacudía un enorme sopapo a Risto Mejide y le devolvía a su residual audiencia.
Así, Zapeando en su regreso se anotaba una rotunda victoria sobre su rival de Cuatro consiguiendo una meritoria 7% cuota de pantalla y superando el millón de telespectadores (1.066.000). Muy lejos se quedaba Risto Mejide y sus compinches de Todo en Mentira que caían estrepitosamente (pese a la ayuda de Sálvame y del Merlosplace) sin poder superar ni siquiera el 5% (un 4’8 obtuvo) y muy por debajo del millón de espectadores, tan solo 735.000 televidentes.
Un baño de realidad al egocéntrico publicista que no tiene nada que hacer, televisivamente hablando, contra Dani Mateo.
