Xabier Fortes sigue sirviendo a la causa.
A pesar de que ha perdido la confianza de Enric Hernández y de Rosa María Mateo, que le han sacado de ‘Los Desayunos’ a partir de la próxima temporada para mandarlo como ‘premio de consolación’ a las noches, Fortes sigue haciendo gustoso el trabajo que le encargan.
Este 2 de junio de 2020, un día después de la emisión por parte del diario ABC del vídeo en el que Irene Montero reconoce que el miedo desatado por la crisis del coronavirus afectó a las marchas del 8-M y que fue grabado presuntamente antes de grabarse una entrevista con el programa de la ETB ‘En Jake’, Fortes explicaba por qué los espectadores de ‘Los Desayunos’ no lo iban a ver, a pesar de que ya circulaba por todas partes:
TVE ha decidido ofrecer el contenido de esta conversación y la vamos a analizar posteriormente pero sin las imágenes ni los audios porque ETB no lo autoriza al tratarse de un ‘off the record’ robado. Además ha anunciado posibles acciones legales contra quienes lo difundan. TVE como medio público está obligada a cumplir este requirimiento legal.
Y acto seguido le daba paso a su tertuliana de extrema izquierda, Virginia P. Alonso, directora de Público y acusada de recibir órdenes de Moncloa directamente desde su teléfono móvil, para que dijera la «vergüenza» que le daba la filtración. «Todos sabemos cómo funciona esto, eso no debe salir, me parece una falta de deontología que en este país no pasará nada, ni tampoco en la profesión periodística».
El discurso de Fortes, ahora que son los suyos los que mandan -los mismos que le pusieron y los mismos que le quitan- a lo que decía cuando estaba ‘en la oposición’ y hacía política desde el Consejo de Informativos, que él controla, contra la supuesta manipulación del PP.
En aquel entonces, los telediarios de TVE declinaron emitir la grabación que afectaba al entonces ministro del Interior Jorge Fernández Díaz, del Ejecutivo del entonces presidente, Mariano Rajoy, con el jefe de la Oficina Antifraude de Cataluña. Al CdI de Fortes le faltó tiempo para hablar de «censura y manipulación».
Dios, qué problemón deontológico con los SMS de Rajoy, las conversaciones privadas de Jorge Fernández, las de Alicia Sánchez Camacho. O todos o ninguno, progrecillos.
— Juan Carlos Girauta (@GirautaOficial) June 1, 2020
Este órgano, un auténtico poder fáctico dentro de RTVE y muñidor de los ‘viernes negros’ que desaparecieron con la llegada de Pedro Sánchez a La Moncloa y Rosa María Mateo a Torrespaña, criticó que los jefes de los servicios informativos se negaron a difundir los audios en los que participaba Fernández Díaz y grabados de manera al menos tan turbia como los que ahora afectan Montero e igual de relevantes.
El entonces titular de Interior siempre dijo que aquellas grabaciones se produjeron en su despacho «y formaban parte de una conspiración» contra él y el Partido Popular.
«El Telediario-1 ha ocultado las grabaciones y ha ofrecido un relato incomprensible de los hechos (…), pues ha hablado de intercambio de información entre el ministro y el responsable catalán de la Oficina Antifraude, cuando el contenido de las grabaciones (no escuchadas) apunta en otra dirección»
Lo mismo que ahora ha hecho Fortes con la pillada a la ministra de Igualdad y pareja de Pablo Iglesias.