Ana Rosa Quintana arrancó este 16 de junio de 2020 como la mayoría de españoles; sin saber lo que va a pasar a partir del próximo día 21 de junio, en el que se acaba el estado de alarma y en el que efectivamente, como aseguró Pedro Sánchez, el Gobierno ya no tiene un plan B para absolutamente nada en relación a los posibles rebrotes del coronavirus.
La pelota recae entonces en los tejados de las Comunidades Autónomas que se quejan amargamente de no tener ninguna directriz para saber cómo actuar. La presentadora de Telecinco, que lleva una época especialmente dura, como corresponde, con el Ejecutivo del dislate de socialistas y podemitas, se rió de la situación por no llorar:
No tenemos plan B. Pedro Sánchez dijo que no había, y no hay. La oposición sigue diciendo que hay que modificar la ley de salud pública por si acaso…
El tema es mucho más complejo de lo que parece a simple vista, dado que hay comunidades autónomas que están tratando de bloquear el paso a otras en las que surgen rebrotes de la temida enfermedad; al mismo tiempo que en redes sociales ha aparecido una campaña espontánea de rechazo a los madrileños…
Todo esto, explica la propia periodista, se debe a las luchas políticas entre el Gobierno de la nación y los presidentes de las comunidades autónomas, que en lugar de a solucionar conflictos y adelantarse a las catástrofe, están a disputas y juegos políticos:
Esto es todo el rato hacer política, de verdad… Se está utilizando una pandemia, que es una cosa horrorosa con la desgracia, los muertos, los contagiados, los que tienen secuelas, para hacer política. Y me parece repugnante.
